Carlos Simarro abandonará la delegación territorial del ministerio de Agricultura y pasará a ejercer su cargo como alcalde de Sóller con dedicación exclusiva. El cambio de su relación laboral con el ayuntamiento será tratado en el próximo pleno ordinario; antes lo hará en la comisión de presidencia, que ha sido convocada para el próximo martes. La propuesta tiene garantizada su aprobación teniendo en cuenta que el PP dispone de mayoría absoluta en el consistorio solleric.

El propio Simarro avanzó hace unas semanas en sus círculos políticos más cercanos su intención de dejar su cargo en la Administración Periférica del Estado a finales de este ejercicio con el fin de dedicarse plenamente a sus tareas como alcalde de Sóller.

Fuentes cercanas a Simarro señalaron que su intención es dar un "golpe de timón" en su gestión municipal que en el último año ha tenido que compartir con sus tareas al frente de la delegación del ministerio de Agricultura.

De hecho, el desempeño de ambas funciones lo apartaba de sus responsabilidades municipales en tanto que su trabajo como delegado territorial del Ministerio le obligaba a desplazarse a Palma casi a diario.

Tras semanas de muchas conjeturas, Carlos Simarro fue nombrado en abril delegado de Agricultura y Pesca por el entonces delegado del Gobierno en las Islas José María Rodríguez.

La delegación es un cargo que ocupan funcionarios de carrera. No obstante, es de libre designación entre los trabajadores de la administración pública.

De dietas a dedicación completa

Durante estos ocho meses, Simarro ha compaginado ambas tareas políticas, además de la clínica veterinaria. La renuncia a su cargo podría materializarse antes de que finalice este año.

Desde que fue nombrado alcalde de Sóller, Carlos Simarro ha recibido unos emolumentos mensuales en forma de dietas por asistencia a plenos y comisiones del ayuntamiento. La razón es que es funcionario y, tras su nombramiento, siguió trabajando como empleado de la conselleria de Agricultura.

A principios de la legislatura se asignó un límite máximo mensual 3.612 euros brutos en dietas, un dinero que a partir del próximo año se destinará a pagar su sueldo a jornada completa.