Un movimiento vecinal promovido en la calle de Sant Jaume se opone al traslado del semáforo hasta la altura de la esquina con la calle de Moragues. Por ello, los residentes de la zona han impulsado una campaña de captación de firmas contra el cambio con la que ya han recogido 200 apoyos. Los pliegos de firmas serán entregados a los representantes del equipo de gobierno municipal del PP.

El ayuntamiento acordó trasladar el semáforo de la calle de Sant Jaume (actualmente situado a la altura de la calle del Metge Mayol) hasta el cruce con la de Moragues para apaciguar las quejas de los residentes por los ruidos que generan los vehículos que esperan el turno para pasar. El equipo de gobierno optó por esta solución pensando que trasladando el semáforo hacia un tramo de la misma calle que es más ancho calmaría las quejas de los residentes de la zona más estrecha de la calle.

Pero ahora los vecinos de la zona donde se quiere colocar el regulador no lo quieren ahí y por eso han optado por llevar adelante una campaña de firmas para oponerse al traslado utilizando el mismo argumento defendido por los residentes del lugar donde ahora está colocado.

El cambio se hará sí o sí

Desde el equipo de gobierno, el concejal de Gobernación, Gabriel Darder (PP), afirmó ayer que la reubicación del semáforo se hará "pese a la campaña de firmas". "En algún sitio ha de colocarse", afirmó el edil, quien añadió que "el lugar elegido es más ancho y por lo tanto el ruido que soporten los vecinos será mucho menor".

Darder explicó que el cambio de ubicación depende únicamente de la reprogramación de los tiempos de espera de los semáforos y de la instalación del cable que llevará la energía eléctrica hasta el lugar donde se coloque el semáforo. Junto con esta medida, el ayuntamiento reabrirá la calle de sa Lluna al tráfico de vehículos durante las noches.