El dinero destinado a unas obras se desvió al pago de nóminas y facturas

Así lo admitió el alcalde de Sóller, Carlos Simarro, después de concluir una investigación interna para determinar por qué se produjo una desviación presupuestaria en las obras de construcción del colegio y el aparcamiento público de Ca les Ànimes por importe de 1,2 millones de euros que ahora el Govern reclama al Ayuntamiento.

Según los datos aportados, 345.000 euros se destinaron a pagar facturas y nóminas de la empresa pública Sóller 2010 sin tener nada que ver con la obra de Ca les Ànimes. Otros 436.000 euros del préstamo sirvieron para pagar su amortización: o sea, en vez de pagar al constructor, el dinero del crédito se desvió al pago de las mensualidades al banco que había concedido la hipoteca.

El alcalde Carlos Simarro, criticó este último hecho "porque el dinero del crédito debería haber sido destinado a pagar las obras y no las letras del crédito".

Por su parte, el PSOE, en boca de Josep Lluís Colom, señaló que algunas de las facturas que pagó mientras fue alcalde correspondían a deudas que dejó el PP en el comedor social y de las pistas de petanca de la calle Cetre.

Sobrecoste de las obras

En lo que sí hay acuerdo entre Simarro y Colom es en que la obra del centro escolar y del aparcamiento sufrió una desviación al alza de 250.000 euros, fruto del sobrecoste de las obras.

La construcción de ambos equipamientos se presupuestó en 4,6 millones y el Ayuntamiento pidió un crédito de 2,4 millones para afrontar su parte de los pagos. Pero el crédito que se le concedió finalmente fue de 1,9 millones de euros.

El incremento de costes junto a la desviación del dinero del crédito para otros fines que no eran la ejecución del proyecto provocaron que el ayuntamiento de Sóller tenga un agujero de 1,2 millones que adeuda al Govern. El alcalde Simarro afirmó que los términos para pagar la deuda "se pactarán" entre ambas administraciones.