El ayuntamiento de Sóller ha recibido la notificación de un notario francés en la que le comunica que es beneficiario de una finca rústica que le ha dejado en herencia una mujer que recientemente falleció en el país galo. La finca está situada en la zona de sa Figuera y ocupa una superfície agrícola de 35.000 metros cuadrados, algo más de cuatro cuarteradas. Fuentes del ayuntamiento explicaron que la difunta Antoniette Palou, que residía entre Sóller y Francia, legó al ayuntamiento la finca que tenía en el municipio. Un notario de Francia remitió recientemente una comunicación al ayuntamiento para informarle de la herencia recibida.

Los técnicos municipales han valorado el terreno rústico en 40.000 euros aunque el municipio está pendiente de aceptar la herencia en función del coste que implique su aceptación.

En su testamento la difunta establece que el olivar ha de seguir dedicándose a usos agrícolas y relacionados con el medio ambiente.

El olivar está formado por dos fincas anejas de 7.096 metros y 28.535 metros respectivamente. La parcela está dedicada al cultivo de olivos y no tiene ninguna edificación, según constataron los técnicos del ayuntamiento en su inspección que realizaron días atrás.