­La jornada de hermandad que, desde hace más de una década se organiza en Sineu el domingo siguiente a Sant Marc, fue ayer un improvisado recorrido por cocheras, soportales y locales cedidos. No fue para menos pues el mal tiempo impidió que se pudieran cocinar las tradicionales paellas en la plaza des Fossar.

Centenares de vecinos tenían previsto secundar la convocatoria y juntarse para comer. Sin embargo, muchos de ellos se desanimaron a última hora y al final la asistencia no fue la esperada.

Pere Jaume, alcalde del municipio, opinó: "Ha sido una verdadera lástima ya que es una fiesta que se ha consolidado mucho y sirve de nexo entre Sant Marc y la feria".

Desde algunas asociaciones se propuso la posibilidad de suspender la fiesta y posponerla. No obstante, el próximo domingo hubiera resultado imposible ya que se celebrará la tradicional feria del pueblo. Jaume manifestó que "se tendría que haber retrasado quince días y ya no tendría demasiado sentido. De todas formas la gente tiene recursos y nos hemos organizado bastante bien. No ha sido la comida de hermandad de cada año, pero lo cierto es que casi todo el pueblo ha comido arroz bien en un punto o en otro".

Estaba prevista la actuación del dúo Pachá así como la de la escuela de gimnasia rítmica. Estas dos actuaciones fueron los únicos actos que tuvieron que suspenderse. "Se había previsto en mitad de la plaza y lo cierto es que ha refrescado mucho. Aunque no lloviera no apetece", declaró el alcalde.

Cada año el Ayuntamiento cocina una paella para todas las personas que acuden de forma individual a la fiesta. La encarga a un establecimiento diferente del municipio en cada ocasión. Este año correspondía a s´Estació y como se trata de un local grande se sirvió en el mismo. La Tercera Edad local fue la que congregó a más asistentes con un centenar de participantes.

Muchos de los que ayer cocinaron paellas aprovecharon los caracoles sobrantes del día de Sant Marc, costumbre que se repite desde hace años y confiere un especial toque a esta fiesta.