El Consell de Mallorca ha suspendido la tramitación del expediente para la rehabilitación de la iglesia de Sineu. El templo tiene apuntalado su portal principal desde hace varios años debido al deterioro de los materiales con que fue construido. La reforma se hace necesaria de forma inminente según reconoce el propio párroco, Josep Cerdà.

El Obispado de Mallorca pretende la reforma pero la calificación de Bien de Interés Cultural del edificio requiere informes concienzudos y la aprobación del departamento de Patrimonio del Consell de Mallorca.

El informe por el que se ha suspendido la tramitación data del pasado día 12 y básicamente se centra en la patología que sufre el edificio. La fachada y otras partes del inmueble se construyeron con piedra arenisca que se encuentra, en algunos puntos, realmente muy deteriorada. Josep Cerdà indica que "la humedad que ha ido filtrándose desde el subsuelo de la plaza ha dejado una profunda huella en las piedras de marés. Algunas están verdaderamente muy socavadas. La reforma hace mucho tiempo que es urgente".

Sustitución de piezas

El problema que ponen al descubierto los técnicos de Patrimonio se refiere a que algunas de estas piezas están tan deterioradas que es precisa su sustitución. Los redactores del informe consideran que llegados a ese punto lo ideal seria sustituirlas por piezas de marés de la misma procedencia. Por ello piden a la parroquia que elabore un nuevo informe sobre la procedencia del marés que se utilizó.

"No es precisamente una tarea sencilla porque se trata de un templo muy antiguo", indica el párroco. "Estamos recopilando información, consultamos los libros históricos de los que disponemos y en cuanto tengamos la información la remitiremos con presteza", agrega.

La iglesia parroquial de Santa Maria de Sineu es el monumento más relevante del patrimonio arquitectónico religioso de la villa, es el edificio que por su ubicación destaca encima de los demás, tanto es así que configura un perfil único del pueblo.

La fundación de la mencionada parroquia dataría de la primera organización religiosa efectuada por Ferrer de Pallarès, prepósito de Tarragona en 1236, según el estudio histórico que efectuó el historiador Juan José Bonnín, para la memoria que se adjuntó en la petición de las obras de reforma. Esta primera iglesia, no obstante, fue víctima de un incendio en 1505, que destruyó completamente la primitiva edificación y fue necesario el inicio de unas obras de reconstrucción. El nuevo templo se comenzó inmediatamente y se empezó a construir siguiendo con el estilo gótico que ya estaba presente a la construcción primitiva.

Las obras de restauración que se plantean actualmente afectan a la fachada principal; el puente de Santa Bàrbara, que une dicha fachada a la torre del campanario a unos metros del suelo; y finalmente los bajos del mencionado campanario.

Coste de las obras

El coste estimado de los trabajos alcanza los 150.000 euros. La parroquia ha hecho colectas y diversos actos con la finalidad de recaudar el dinero preciso. El párroco sostiene que "el problema actual no es económico sino técnico. Hemos de hallar una solución técnica y ética que nos permita recuperar elementos casi perdidos de la fachada para que ésta no continue degradándose".

El alcalde, Pere Jaume, es consciente del problema e indica que "el Obispado sabe que cuenta con la total colaboración del consistorio. Nosotros podemos hacer poco pero, dado el carácter artístico y patrimonial del edificio, regalaremos la licencia de obras y los tramites que sean precisos".