Montuïri brindó, un año más, una de las estampas más típicas de cada 15 de agosto en Mallorca. En la jornada de la Mare de Déu d´Agost, los emblemáticos Cossiers ofrecieron sus danzas y atrajeron a cientos de personas.

En esta ocasión los Cossiers fueron Toni Miralles Niell, Miquel Àngel Sansó, Tomeu Rafel Ginard, Toni Miralles Martorell, Joan Albert Cerdà y Toni Nicolau. La dama, Tomeu Fullana, mientras que el dimoni Banya Verda, Joan Mesquida. El flabioler, Tomàs Salom, y los xeremiers de sa Calatrava, Pep Toni Rubio y Pep Rotger.

En cuanto al repertorio de bailes, el de costumbre: Flor de Murta, Mestre Joan, El Rei no podia, Obriu-mos, sa Dansa Nova, Gallineta Rossa y el rescatado en 2011 para danzar ante el llit de la Mare de Déu Morta, Gentil Senyora.

Respecto al tradicional recorrido urbano danzando ante comercios y recogiendo las joies que se disputarán en la jornada del 25, destacar que por vez primera fueron también a los cafés de la calle de Palma y la carretera vieja de Manacor. Esta fue una petición de los amos de los bares y aceptada por el conjunto ritual y los responsables del Ayuntamiento. Cabe señalar que en los últimos años han ido cerrando varios establecimientos del centro histórico.

El documento más antiguo de los Cossiers de Montuïri fecha de 1750. También danzan los días 23 y 24 de agosto en honor a Sant Bartomeu. Como curiosidad, el hecho de que algunos años bailasen por Sant Roc. De los Cossiers de Mallorca que sobreviven en el siglo XXI, los montuïrers son los que históricamente han salido de manera más ininterrumpida.

Tras la misa de la Mare de Déu Assumpta, Gabriel Gomila Jaume, profesor, periodista y persona comprometida con la actividad cultural y deportiva del pueblo, pronunció el pregón de fiestas.

Gomila, colaborador de este diario, se presentó así: "Hace 64 años que nací, en la casa de la harinera de les escoles, una pequeña fábrica recién creada por mi padre, una de estas empresas familiares que, durante la segunda mitad del siglo pasado y principios del actual, han sido el motor de una economía local que, a día de hoy, necesita un estudio serio que consiga revitalizarla y que fije el objetivo en el mantenimiento de las empresas y los comercios que aún nos quedan".

Gomila comentó múltiples aspectos de su trayectoria docente (reivindicó la educación y la lengua catalana), deportiva (abogó por el espíritu participativo) y periodística (consideró clave ser honestos y críticos), completando su discurso inspirado en Sant Bartomeu: "Me gustaría que pudiéramos vivir todo el año con esta alegría de la fiesta, que seamos un pueblo activo y participativo, que la actividad económica reviscoli, que las calles no estén vacías y, especialmente, que no haya ninguna familia, nacida aquí o fuera, sin trabajo. Que durante muchos años florezcan las emociones y los sentimientos positivos que nos transmiten los Cossiers y las fiestas y que cada día nazca un Sant Bartomeu en nuestras vidas, con humor, salud e ilusión".

Asimismo, ayer se entregaban los premios del concurso XXII Conte Curt Antoni Gomila y la banda, dirigida por Bisbal y Miralles, protagonizaba un concierto.