Usuarios de la línea regular de autobús entre Sóller y Palma han denunciado el "hacinamiento" de más de 80 pasajeros en un mismo vehículo, lo que a su juicio "es peligrosísimo y en caso de un simple frenazo podría acabar en una desgracia". Las denuncias se producen, porque muchos de estos pasajeros han de viajar de pie en el interior de un bus que tiene capacidad para 55 asientos y 15 personas de pie. Pero en la realidad en horas de mayor trasiego de viajeros se acumulan más personas y en uno de los trayectos, realizado este lunes, se llegaron a contabilizar 83 personas a bordo de las que 28 iban de pie. Según varios testigos, iban más personas de las permitidas.

Las quejas se producen después de que la empresa que explota la línea 211 incorporara a su flota varios autobuses en los que pueden viajar pasajeros en pie, un hecho que cuenta con la autorización de la conselleria de Transportes del Govern, con el fin de incrementar la oferta de plazas entre Sóller y Palma. Con este cambio la concesionaria de la línea quería acabar con las quejas que venían denunciando muchos pasajeros, que se quedaban sin poder ir a Palma por falta de asientos disponibles.

Algunos usuarios han expresado su "incredulidad" ante lo que consideran que es "una auténtica barbaridad", el hecho de que esté permitido el viaje de pasajeros en pie en una línea interurbana. "En la carretera de Sóller hay curvas y un simple frenazo podría provocar una masacre entre los pasajeros que van de pie", afirman los usuarios, por lo que sostienen que "es incomprensible que la Administración haya permitido tal aberración". Uno de estos pasajeros explica cómo han de viajar en pie "madres con bebés en brazos e incluso ancianos", lo que en su opinión "es totalmente tercermundista". Hace unos meses un autobús que cubría la misma línea sufrió un accidente por la indisposición del conductor que se saldó con un muerto y numerosos pasajeros heridos.