La empresa que gestiona la línea de bus 211 entre Sóller y Palma ha negado que se produzca hacinamiento en sus vehículos y ha asegurado que la autorización administrativa les permite llevar pasajeros en pie, "aunque es lógico que la gente tenga miedo".

Cristóbal Donate, portavoz de Bus Nord Balear, afirmó ayer que su empresa "dispone de todas las autorizaciones pertinentes para llevar pasajeros en pie" y aseguró que "aunque tenemos permiso para más, como mucho llevamos hasta noventa pasajeros".

Según explicó Donate, los autobuses que cubren la línea entre Sóller y Palma tienen una capacidad para 59 pasajeros sentados y otros 59 de pie, "al igual que otras muchas concesiones que hay en la isla". Aseguró, además, que todos sus vehículos "cumplen con la normativa vigente" aunque reconoció que las quejas de algunos pasajeros tienen su fundamento "porque es lógico que tengan miedo de ir de pie, pero es legal".

Según el portavoz de la empresa, en los buses que van entre Sóller y Palma no permiten más de 90 pasajeros por trayecto "aunque podríamos llevar hasta 118". "No lo hacemos porque resultaría incomodo", afirmó.

También señaló que los vehículos están señalizados con carteles en los que se indica que los ancianos y madres lactantes tienen preferencia en el uso de los asientos.

La denuncia

En la edición de ayer, este diario informó de que un grupo de usuarios de la línea regular de autobús entre Sóller y Palma ha denunciado el "hacinamiento" de más de 80 pasajeros en un mismo vehículo, lo que, a su juicio, "es peligrosísimo y, en caso de un simple frenazo, podría acabar en una desgracia". Denunciaron también que muchos pasajeros tienen que viajar de pie.