El antiguo comandante de ´sa base´, padrino de la Trobada de este fin de semana junto a Tomeu Penya, recuerda cómo las habaneras rememoran el pasado de los navegantes españoles que viajaban hacia La Habana, en la Cuba colonial del siglo XIX. "Es una música que resume el espíritu aventurero de los navegantes españoles" y por eso "se canta en lugares tan distintos como en Cádiz, Torrevieja o Palafrugell".

­-¿Cómo lleva eso de ser padrino de un evento como el de la Trobada d´Havaneres?

-Pues con mucha sorpresa porque me lo han cocido todo. Estaré en Galicia y haré una escapada para asistir a la Trobada porque las habaneras es una música que me encanta. Me pidieron colaboración en la organización de este evento y ya hace cuatro años que trabajamos en él.

-¿Y su jubilación?

-Pues con mucho júbilo. Aprovecho el tiempo haciendo actividades que me absorben por completo y que antes no tenía tiempo para hacer. Estos días los pasaré junto a mis nietos.

-¿Qué tiene de encanto el Port para usted?

-Pues yo nací ahí, en el barrio de Santa Catalina. Pertenezco a la familia de Can Codony, que forma parte de la historia naval del Port de Sóller y Mallorca. El patró Codony se dedicó a exportar naranjas a Francia con su pailebote y desde entonces la tradición familiar está volcada en el mar.

-Pero, aparte de sus lazos históricos€

-El Port de Sóller es un diamante de la naturaleza, es un sitio único en el mundo que combina mar y montaña. Y se lo dice alguien que ha viajado mucho, aunque la gente de aquí no lo aprecia tanto como los visitantes.

-¿Qué echa de menos de su trabajo?

-He pasado página. He estado ocho años y es el trabajo más estable que he tenido en mi vida laboral. El destino ha hecho que con mi jubilación me quedara aquí.

-¿Qué puede decir a la gente de fuera de Sóller para que vengan a la Trobada?

-Aparte de que van a disfrutar con la música y el entorno en el que se llevará a cabo, quiero destacar el espíritu histórico de la habanera, que también es una música muy típica para cantar con los amigotes. La habanera es historia y tradición, y si ello lo llevamos al Port de Sóller la combinación resulta perfecta.

-Usted viene de familia de militares, ¿hay falta de disciplina en la vida cotidiana de hoy en día?

-La disciplina es buena en todos lados. Pero ha de ser una disciplina con cariño. En la empresa, en la familia, en el ejército o en las instituciones es bueno que la haya, pero siempre con cariño. Es positiva para todos.

-En la vida todos tenemos una canción que nos marca, ¿cuál es la suya?

-Sin duda la Salve Marinera. Soy marinero y cuando uno se hace a la mar y se encuentra mal tiempo siempre tiene algún pensamiento para la Estrella de los Mares. Siempre acompaña a todos los que trabajamos en el mar.

-¿Cree que las habaneras se convertirán en un referente para el Port de Sóller?

-Estoy convencido de que sí. Llevamos cuatro años organizando la Trobada y tanto en Palma como en otros sitios de la isla hay mucha gente que va a venir a verlas. Es una realidad que va a más y estoy seguro que en unos años celebraremos la décima edición.

-¿Y por qué lo cree?

-Porque se plantea como un encuentro de amigos que ha cuajado bien en los años anteriores. Poco a poco se ha ido consolidando y la gente que ha venido se lo ha pasado bien.

-¿Qué le falta al Port para mejorar?

-Va por buen camino. Con unión y ganas los proyectos importantes se harán realidad, como el caso de las habaneras. Insisto en que la unión de todos es importante a la hora de conseguir cualquier proyecto.

-¿Veremos algún día un submarino en el Port convertido en museo?

-Espero que sí. Todo el consistorio ya votó a su favor y si seguimos así lo conseguiremos. Como se dice aquí "a l´arròs de peix, tot fa brou". Yo estoy intentando colaborar para que Sóller tenga un submarino para que se convierta en un museo. Seguro que lo conseguimos.

-¿Y alguno de los túneles de la base convertido en auditorio?

-También es posible. Defensa está abierto a todas las propuestas que Sóller le proponga. Creo que es un proyecto importante, de interés general y todas las administraciones lo ven con buenos ojos para que se pueda realizar. Requerirá el esfuerzo de todos los implicados.

-¿Tendremos base naval para rato?

-Sí. Las estaciones navales de Sóller y Pollença se han transformado en residencias que son punto de encuentro de ejércitos europeos. Vienen soldados de diferentes países que sirve además para crear un vínculo entre estos estamentos.