El propietario de un jardín situado en una zona urbana de Sóller deberá pensárselo dos veces antes de eliminar ese árbol que le es molesto, porque le da demasiada sombra o le quita espacio para construir una piscina. Una nueva normativa municipal que está en fase de preparación prevé la posibilidad de sancionar aquellas personas que talen árboles sin licencia del ayuntamiento, ya que la concesión estará sujeta a restricciones

El equipo de gobierno de Sóller está trabajando en la redacción de una ordenanza ´verde´ similar a la que Calvià aprobó en 2008 y que, para los vecinos de este municipio, puede comportar hasta 3.000 euros de sanción la tala de árboles sin tramitar la correspondiente licencia.

El concejal de Medio Ambiente, Juan Ruiz (PP), explicó que el ayuntamiento quiere tomar como modelo la norma que está vigente en Calvià desde hace cinco años aunque quiere realizar algunos cambios.

A grandes rasgos -señaló Ruiz- la futura norma pretende dar protección a los árboles ya están en espacios públicos como privados en el ámbito urbano "para preservar el valor paisajístico y la relevancia ambiental" que tiene la masa vegetal.

De esta manera, la norma municipal pretende establecer unas causas objetivas que justifiquen la tala de árboles, como el riesgo de caída, la salud vegetal o peligros estructurales para los inmuebles.

La norma determinará el diámetro mínimo de la cepa por el que se deberá pedir permiso para cortar. En Calvià es de diez centímetros, un tamaño que Ruiz cree demasiado ajustado y que podría ser ampliado.