­El pleno del ayuntamiento de Sóller aprobó ayer, por unanimidad de todos los partidos con representación municipal, decretar una suspensión de licencias de demolición que afecta a la primera línea del Port de Sóller. La medida abarca todo el paseo Es Través, así como el de la playa de Can Repic.

La medida se toma con el fin de evitar que, con la actual normativa urbanística del municipio de Sóller, los edificios más emblemáticos del Port puedan verse afectados por la construcción de edificios plurifamiliares.

El concejal de urbanismo de Sóller, Gabriel Darder, explicó que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) permite el derribo de estas casas y la construcción de bloques de viviendas de hasta cuatro pisos de altura, "un hecho que rompería drásticamente con la tipología urbanística del Port". Por este motivo, explicó el edil, el municipio ha tomado la medida de la moratoria "para asegurar que esto no ocurre".

La medida estará en vigor durante el tiempo en el que el ayuntamiento de Sóller tramita la aprobación definitiva del nuevo plan general urbanístico, que actualmente está en fase de revisión.

22 casas afectadas

La suspensión cautelar de licencias de demolición afecta a un total de 22 casas que hay en la primera línea, cuyas alturas no superan las de un primer piso. Algunas, incluso, son plantas bajas. Parte de estas viviendas son antiguos palacetes edificados siguiendo el estilo arquitectónico tradicional de Sóller a base de muros de piedra. Estas edificaciones datan de los siglos XIX y XX, aunque algunas son anteriores.

La aplicación de la norma cautelar no impedirá que los edificios protegidos situados en el ámbito de aplicación de la moratoria puedan ser objeto de rehabilitaciones, según señalaron fuentes municipales.

Durante el pleno celebrado ayer, los representantes de los diferentes grupos municipales expresaron su apoyo a la medida y coincidieron que con ella "se mantiene la primera línea en su estado original".