Como recordarán, hace varias semanas se registró un pequeño incendio en el interior de la ermita de Bonany, en el municipio de Petra, que afectó a diversos muebles, principalmente una mesa y la parte inferior de una imagen religiosa situada cerca del altar. Las marcas del fuego, así como el inconfundible olor del humo, son todavía perceptibles en el interior del templo. El suceso, que afortunadamente logró controlarse a tiempo y no produjo daños mayores además de los materiales, ha llamado la atención a numerosos ciudadanos, que se interesan por el estado de la figura religiosa que resultó perjudicada por el incendio.

Mucha gente que sube hasta Bonany para practicar deporte, o simplemente admirar las fabulosas vistas que se observan desde la cima, entra en la pequeña iglesia para ver las consecuencias del fuego, todavía visibles en la pared donde se originó. Los responsables de la ermita han intentado disimular la enormemancha negra provocada por el fuego en la pared del templo mediante la colocación de una planta justo en el lugar donde antes había la mesa que resultó quemada. La figura cristina sigue en el mismo lugar.