En la calle Palau Reial de Palma está representada buena parte del poder político de la Comunidad. No sólo porque allí se ubique el Parlament, sino también porque allí está la sede del principal partido de Balears, el PP, si tenemos en cuenta el número de votos. Así que esta arteria está acostumbrada a acoger manifestaciones varias en los últimos tiempos. No todas son multitudinarias, sino que también hay protestas en formato reducido, como la de un hombre que, con frecuencia, se sitúa en silencio delante de la sede con una pancarta que critica la tibieza de los ´populares´ en su lucha contra ETA.

?Ayer, esa calle fue escenario de otra protesta. La protagonizaron Linda y José, vecinos de una pequeña urbanización situada a pocos kilómetros de Valldemossa. Llevaban silbatos y dos pancartas, en las que figuraban los siguientes lemas: ´Justicia IBI [Impuesto sobre Bienes Inmuebles] de Valldemossa. Abusivo aumento del 646%´ y ´Contra el IBI de Valldemossa, 2004-2013, un 646% más´. A todos los que se interesaban por su historia, les repartían una hoja impresa con sus argumentos -en castellano, inglés y alemán- que dejan en evidencia una situación cuando menos sorprendente. Aseguran que la urbanización en la que viven "no tiene ningún servicio de agua potable, alcantarillado o aguas fecales". Aún más, agregan, el asfaltado de la única calle que hay en la zona corrió a cargo del bolsillo de los residentes.

?Ellos denuncian que la falta de servicios se agrava con un "abusivo" IBI, que, dicen, ha experimentado una subida de tres cifras en los últimos años. En concreto, del 646,6%. Tras pedir disculpas a los vecinos y transeúntes de Palma por las posibles molestias causadas, solicitaban ayuda para su "lucha". Una lucha que trasladaron desde un pequeño pueblo de la Tramuntana hasta el corazón del poder en Palma, en busca de alguien que les escuchase.

Apacibles jubilados en lo que será en pocos meses un ´territorio Comanche´

Paseando por primera línea de la costa en Palmanova y Magaluf (Calvià), sorprende el perfil actual de los clientes de las terrazas de pubs típicamente ingleses que empiezan a abrir en este prólogo de la temporada alta. No son turistas sonrosados por la ingesta de cerveza ni jóvenes británicos entonando el himno de su equipo de fútbol favorito. En medio de carteles de cervezas en inglés, emisiones vía satélite de televisiones británicas y banderas de la Unión Jack, los clientes que se toman apaciblemente un café con leche son los jubilados del Imserso, que no saben que las sillas en las que ahora se sientan se convertirán en pocos meses en ´territorio Comanche´.