Xisco Martorell, presidió ayer por primera vez la feria de Santa Eugènia como alcalde del municipio. Su debut no pudo ser mejor: buen tiempo y mucho publico, a pesar de ser el Domingo de Ramos, y un ambiente que a medida que transcurría la mañana iba en aumento.

La de Santa Eugènia es la primera de las ferias de la comarca y quizá por ello gozó de una gran afluencia.

Como viene siendo habitual en estos eventos, cada uno de los visitantes tiene sus preferencias, los amantes de los coches, visitando los stands de vehículos antiguos. Este año destacaba un popular Renault 4 4. Otros curiosos visitaban los corrales de los animales, o la exposición de aves autóctonas de nuestras islas.

Tampoco faltaron los que, además de visitar la feria, dedicaron su tiempo a adquirir algún objeto de cotidiana necesidad, como cacerolas de barro, que a pesar del paso de tiempo, continúan siendo un utensilio de cocina muy reclamado y utilizando en pleno siglo XXI.

Pero los visitantes, no solo pudieron contemplar las habituales paradas de todas las ferias, sino que el consistorio, aprovechando la gran acogida y consolidación de esta primera feria de la comarca, ofreció un recorrido artístico alternativo. Así, hasta diecisiete exposiciones estaban estratégicamente ubicadas en las calles que comprendían el recorrido ferial.

A partir de las once horas de la mañana, y acompañados de una colla de xeremiers, el alcalde, Xisco Martorell, acompañado del conseller de Medio Ambiente, Gabriel Company, así como de los concejales del consistorio, efectuaron una visita a los mostradores de la feria.