El edificio del Hospital de Sóller quedó ayer cerrado al público. Una avería en una tubería de la cuarta planta del edificio, anegó por completo sus dependencias y provocó cuantiosos daños en los despachos, lo que obligó a iniciar el traslado temporal de las oficinas de los Servicios Sociales del municipio al edificio consistorial.

Según las primeras hipótesis, la fuga de agua se produjo durante el fin de semana, días en los que los servicios municipales están cerrados al público. No fue hasta la noche del domingo cuando un agente de la ORA, cuando fue a depositar la recaudación en las oficinas se percató de que el agua chorreaba por paredes y techos del edificio y dio la voz de alarma. El fallo se localizó en una tubería de hierro oxidada, situada en la última planta del Hospital, que se perforó.

Empleados de la brigada municipal trabajaron hasta la noche del domingo para achicar el agua que había en todos los pisos del edificio. El agua inutilizó la instalación eléctrica y provocó la rotura de varias luces por acumulación de líquido en su interior, así como el deterioro de los suelos de parquet. Según explicaron desde el Ayuntamiento, los ordenadores y expedientes en papel no se vieron afectados por el incidente.

El concejal de Servicios Sociales, Antonio Arbona, explicó que ayer mismo se iniciaron los trabajos para trasladar las oficinas de su negociado "que provisionalmente se instalarán en la cuarta planta del Ayuntamiento". Sólo la empresa pública Sóller 2010 mantendrá sus oficinas en la planta baja del Hospital, la menos dañada por la inundación.

Un trabajador municipal explicó que el viernes ya dieron un parte al localizar agua en uno de los pisos pero que "inexplicablemente no se hizo nada". El cierre del Hospital se prolongará por tiempo indefinido debido a la gran cantidad de humedad que hay en techos, paredes y suelos. El edificio es de construcción antigua y desde el año 2004 se usa como oficinas municipales tras el cierre de la residencia pública.