El cierre de la desembocadura del Torrent Major, en el Port de Sóller, ha generado protestas entre los comerciantes del núcleo turístico en tanto que este recinto se utilizaba hasta la semana pasada como aparcamiento hasta que el Ayuntamiento decidió clausurarlo.

Diversos comerciantes han asegurado que tras el cierre del aparcamiento "el Port está saturado de vehículos; tantos que muchos turistas optan por dar la vuelta y marcharse".

Fin de semana

La situación se vio acrecentada durante el fin de semana "con la afluencia masiva de turistas y gente de Sóller que va a la playa". Estos comerciantes, que tienen ligada su actividad económica al turismo, creen que la supresión de plazas de aparcamiento "en plena temporada turística no es más que una zancadilla añadida al sector" ya que recuerdan que "en unos pocos meses de actividad tenemos que amortizar los gastos de todo el año, y no son pocos".

Los empresarios turísticos reivindican al municipio la reapertura del aparcamiento situado en la desembocadura "para acabar con las quejas de todos, especialmente de la gente que viene al Port y debe marcharse porque no puede aparcar". A su juicio, el cierre "también es una medida recaudatoria porque ahora los visitantes deben pagar sí o sí ORA".

El Ayuntamiento de Sóller procedió la semana pasada a colocar una cadena con la que cerró el acceso a la desembocadura del torrente, un espacio en el que durante los últimos años, en los meses de verano, podían llegar a estacionar más de cien vehículos.

El municipio procedió al cierre debido a que esta actividad no está autorizada por el departamento de Recursos Hídricos del Govern, el organismo gestor de los torrentes. La clausura se realizó el miércoles y durante el fin de semana la zona de Sa Torre y Can Miró quedaron colapsadas.