La congregación de misioneros de los Sagrados Corazones dejó de tener presencia en Sóller este fin de semana después de la marcha de Gaspar Alemany, que ha sido destinado a otra parroquia de su misma congregación.

Con la marcha de Alemany se acaba la presencia continuada esta congregación en el valle, que llegó a Sóller en el año 1920.

Marcha escalonada

La marcha de los Sagrats Cors ha sido escalonada. Hace ahora un año, el Convent cerró su casa y los misioneros que residían en ella fueron destinados a otros conventos. La congregación justificó la medida por la avanzada edad de los religiosos.

No obstante, los Sagrats Cors mantuvo a Gaspar Alemany que, además de ocuparse de los oficios religiosos en el Convent, llevaba a cabo tareas de rector solidario en Sóller realizando labores eclesiásticas en varias parroquias del valle.

Pero este fin de semana, Alemany ha sido destinado a la casa que los Sagrats Cors tienen en Barcelona.

Según informaron fuentes parroquiales, la marcha del religioso no afectará a la actividad religiosa de la iglesia del Convent, en tanto que los misioneros mandarán un miembro de su comunidad para realizar los actos religiosos que se celebran en este templo regularmente.

A diferencia de su antecesor, no tendrá su residencia fijada en el convento.