El ayuntamiento de Sóller recurrirá a los técnicos del Museu Nacional d´Art de Catalunya (MNAC) para que propongan cuál debería ser la ubicación de la escultura modernista de Josep Llimona El Sant Sepulcre, que el concesionario de la tumba retiró del cementerio bajo el pretexto de restaurarla.

La comisión Llimona-Sóller, creada por un grupo de intelectuales del municipio que reclama el retorno de la pieza a su lugar original, ha denunciado que el informe del Museu d´Art podría estar sesgado porque "el titular de la escultura está vinculado con el Patronato de la Fundació Amics del MNAC".

Según explicó el concejal de Urbanismo de Sóller, Gabriel Darder, el municipio recorre a estos técnicos "porque es la institución que más conoce la obra de Josep Llimona y queremos saber su opinión sobre el lugar donde debería colocarse la escultura".

El Ayuntamiento tiene en sus manos un informe del concesionario de la tumba, que señala que la pieza funeraria debería situarse en un lugar resguardado de la meteorología. Por su parte, la comisión Llimona-Sóller presentó al consistorio otro informe paralelo en el que instaba la colocación de la obra nuevamente en su lugar original. "Ante estos informes opuestos optamos por pedir una tercera opinión", aseguró el concejal de obras.

No obstante, desde la comisión Llimona-Sóller creen que este informe podría ser tendencioso al poner al descubierto que el propietario de la tumba está vinculado a una fundación que "casualmente financia este museo". En opinión del colectivo "el ayuntamiento conoce indudablemente esta relación y no puede pretender que el informe sea imparcial". A su vez denuncia que "el alcalde ha encargado el documento atendiendo a las órdenes que le ha dictado el titular de la sepultura".

Por su parte, el alcalde Carlos Simarro (PP) negó ayer estas acusaciones y afirmó desconocer los vínculos entre el MNAC y el concesionario de la tumba del cementerio.