Cada año es tradición acabar las fiestas dedicadas al beato y evangelizador de California, Miquel Josep Serra, más conocido por su nombre franciscano, con un vistoso desfile de carrozas alusivas a la vida y obra espiritual y fundadora del petrer más universal. Desde su partida de Mallorca hasta convertirse en el creador de misiones que después se convertirían en ciudades tan importantes como San Francisco o Los Ángeles. La celebración acabó con una ofrenda floral en su estatua.