El empresario de Magaluf Javier Pierotti, hallado muerto el sábado en Alaró, aseguró a gente de su entorno, poco antes de su fallecimiento, que el dueño de varios locales de ocio de Punta Ballena le había dicho que haría gestiones "para nombrarme concejal", si denunciaba la corrupción del lugar turístico.

"Al ver cómo esa promesa se incumplía, quedó sumido en un gran depresión", subrayó un conocido a los investigadores de su muerte.

A esta circunstancia se sumó la lucha que mantenía Javier Pierotti contra una larga enfermedad. De hecho, en las últimas semanas ya había perdido la visión de un ojo.

El cuerpo de Pierotti fue hallado el sábado en el Castell d'Alaró después de haber ingerido una mezcla de pastillas y alcohol. También tomó un protector del estómago para evitar vomitar las sustancias.

Nota

El empresario dejó una nota en la que anunciaba su intención de quitarse la vida y el reparto de sus enseres personales. "Nada termina, todo cambia", concluyó tras despedirse de sus padres.

Los investigadores de la Guardia Civil indagaron en el entorno del empresario para averiguar si había algún indicio de muerte violenta. Las pesquisas concluyeron que se trataba de un suicidio. La autopsia practicada a la víctima acreditó esta hipótesis.

Los agentes descartan que Pierotti se sintiera amenazado y se decantan por una muerte voluntaria a raíz de la profunda depresión que atravesaba.

Javier Pierotti se había situado en el centro de la polémica después colgar en internet un manifiesto llamado "Magaluf: problemas y soluciones" en los que daba su versión sobre la situación de esta localidad y, en especial, de Punta Ballena.

Al parecer, el dueño de varios locales de ocio de Punta Ballena con una orden de alejamiento de otro empresario fue el que le indujo a presentar la denuncia.