La sala de plenos del ayuntamiento de Sóller vivió ayer una intensa sesión en la que el equipo de gobierno municipal aprobó los trámites para sacar en alquiler unos terrenos municipales situados en la calle Cetre para instalar un supermercado. Numerosos comerciantes asistieron al pleno para expresar su rechazo a esta iniciativa, abucheando el PP y aplaudiendo las intervenciones de la oposición.

Tras la votación, se oyeron gritos, pitidos y abucheos contra el gobierno de Carlos Simarro, a quien también le desplegaron pancartas contra el súper.

Así las cosas, ayer Sóller dio el último paso para sacar a concurso una parcela de 4.600 metros cuadrados por el que el adjudicatario deberá abonar un canon inicial de 750.000 euros y un alquiler anual de 15.000 euros que cada año se revalorizará un 4%. La concesión será para 50 años por lo que el pago final por el alquiler será de algo más de tres millones de euros.

Los tres partidos de la oposición (PSOE, Entesa y Progressistes) utilizaron argumentos similares a la hora de expresar su opinión contraria al establecimiento del supermercado. Así, criticaron que el ayuntamiento sea el "promotor de la iniciativa" para crear una superficie comercial en "terrenos de dominio público". Criticaron que el ayuntamiento limite las opciones del concurso a una superficie comercial "cuando a lo mejor se podría instalar un colegio o una clínica privada" y el hecho de que "el ayuntamiento cobre un canon anual que queda por debajo del 6% del valor del suelo tal y como establece la normativa".

Desde la bancada de la oposición, también se lamentó que el ayuntamiento "no trabaje en defensa del pequeño comercio local" y que "no potencie el mercado municipal en vez de supermercados". También criticaron la duración del contrato y el estudio de mercado realizado por el ayuntamiento. El PSOE notó a faltar "consenso, diálogo y transparencia" por parte del PP.

Por su parte, el concejal de Bienes y Servicios, Miquel Bestard, se limitó a describir cuestiones técnicas del súper, mientras que Simarro reveló el resultado de una encuesta que encargó a una empresa especializada en la que "el 80% de los sollerics va a Palma a realizar sus compras". Simarro afirmó que "nuestro objetivo es que la gente haga sus compras en Sóller a un precio razonable", por lo que "la coexistencia de dos supermercados redundará en una bajada de precios".

Añadió que "el pequeño comercio local continuará teniendo su cuota de mercado porque el supermercado no será competencia para ellos". El alcalde cerró su discurso afirmando que "los consumidores también tienen sus derechos".

En el turno de ruegos y preguntas, los comerciantes explicaron que ya han recogido cerca de 1.800 firmas en contra de la instalación del supermercado.