Perplejos se quedaron los portavoces de los tres grupos de la oposición en el ayuntamiento de Alaró cuando al concluir una reunión, ayer por la mañana, uno de ellos preguntó al representante del equipo de gobierno: "¿Y cuándo haremos el pleno para adjudicar el bar del polideportivo?", y éste le respondió: "Esta noche a las nueve y cuarto". Los ediles de PSOE, PSM y Esquerra se miraron entre sí por si se trataba de una broma, pero al ver que Biel Simonet, concejal de Hacienda, insistía, comenzaron a indignarse por momentos al no haber sido avisados todavía de forma oficial. A la salida de la reunión, una funcionaria les estaba esperando con las citaciones para que firmaran su recepción. No era ninguna broma, el pleno estaba convocado de forma extraordinaria y urgente para unas horas después.

Para escenificar la protesta, los seis ediles de las tres formaciones de la oposición se presentaron a la hora fijada en la sala de plenos, pero cuando el alcalde, Joan Simonet (PP), les cedió la palabra para que hicieran su intervención, los representantes de PSOE, PSM y Esquerra se levantaron y se sentaron en los bancos del público ante la mirada de sorpresa de los ediles del PP.

Los representantes de formaciones de izquierda aseguraron que los hechos de ayer ya habían colmado su paciencia en una legislatura en que "nos han pasado tanto el rodillo que no respetan ni las mínimas formas de convocar un pleno". Mateu Marcús, del PSM, afirmaba que "es vergonzoso que para el PP la oposición es como si no existiésemos, ni una llamada telefónica avisando el día antes ni nada: rodillo". Al edil también le extrañó que la hora del pleno fuera las 21.15 horas, "siempre son a las ocho o a las nueve, pero después hemos sabido que una concejal del PP tenía una reunión en Palma, y puesto que necesitaban su voto para aprobar uno de los temas, han retrasado 15 minutos sin ningún problema".