La candidatura del Firó de Sóller que ha sido postulado como la fiesta más 'escandalosa' de Europa ha sido acogida con rechazo e indignación por muchos ciudadanos que critican el portal web que promueve el concurso por "desconocer la realidad de lo que se celebra".

El resultado de la votación del Europe's Most Outrageous Festival que promueve el portal de internet one-small-word.com se conocerá hoy mismo, según informa la misma web donde aparecen los tres finalistas al premio. Junto al Firó están las Fallas de Valencia y un campeonato de inmersión en aguas pantanosas en Gales.

Rechazo de 'moros' i 'pagesos'

Los colectivos que organizan el Firó expresaron ayer su indignación con la candidatura de la fiesta de Sóller. Francesc Martorell, presidente del colectivo de Moros afirmó que los promotores de la votación "desconocen absolutamente lo que es el Firó", por lo que "antes de opinar deberían informarse sobre lo que es". En su opinión, las batallas entre moros y cristianos "son una fiesta, una tradición y en ningún caso es Punta Ballena, ya que hace más de 150 años que se celebra e intenta ser fiel a los hechos históricos que ocurrieron en Sóller". El presidente de los moros sentenció que "no deberían meterse con el Firó personas que desde el extranjero desconocen lo que es la fiesta".

En términos similares también se manifestó el máximo responsable del colectivo de Pagesos. Rafel Pujol afirmó que "no me parece bien la propuesta a este premio porque demuestra que los promotores del premio no saben de qué van y desconocen lo que es el Firó". Afirmó que "precisamente desde los colectivos trabajamos para que la fiesta sirva para rememorar los hechos históricos".

Desde el ayuntamiento, la concejal de Cultura, Mar Castañer, afirmó que "los promotores de la votación no se enteran, no tienen ni idea de lo que es la cultura de nuestra ciudad". Castañer añadió que "desconocen el sentimiento de los sollerics hacia el Firó" y los invitó a que "si no quieren venir, que no vengan".

La web del concurso define el Firó como "una recreación completa de la invasión incluyendo pistolas disparando e incluso pequeñas catapultas". Además, critica que la fiesta se haya convertido en "faro turístico" y que se llame a los invasores "moros, ignorando la corrección política que ya ha calado en otros países de Europa occidental, a excepción de la increíblemente resistente España". También pone en duda el mal gusto de la fiesta cuando se "cuelga" un payés en un árbol.