­Miles de personas se acercaron ayer hasta Bunyola, que celebraba la quinta edición de la Fira de Santa Catalina, que durante dos días ha llenado de actividades el pueblo.

La feria de Bunyola, una de las más jóvenes de Mallorca, ha conseguido en solo cinco ediciones hacerse un hueco en el calendario de ferias de la isla. Se celebra el fin de semana más próximo a la fiesta bunyolina de Santa Catalina (25 de noviembre), de la cual toma el nombre.

De hecho, los actos de la feria se cerrarán esta noche con la tradicional revetla de Santa Catalina, con foguerons y gloses en numerosas calles y plazas del pueblo.

Ayer, desde primera hora de la mañana las calles más céntricas del pueblo se llenaron con decenas de paradas, especialmente dedicadas a productos locales. Además, hubo una muestra de animales y de motocicletas. También tuvieron un protagonismo destacado las entidades y asociaciones de Bunyola, así como a los artesanos locales.

Representación institucional

La feria fue inaugurada oficialmente por el alcalde, Jaume Isern, que estuvo acompañado por varios concejales y por el conseller de Salud, Martí Sansaloni. La Banda de Música de Bunyola y la Batucada de la escuela de música, además de los gigantes del pueblo, que el sábado organizaron un encuentro con varias colles de la isla, pusieron el tono festivo a la jornada, junto con la Escola de Ball de Bunyola y Aires Mallorquins, que también habían amenizado con sus bailes populares la noche del sábado.