El pleno de Sóller aprobó ayer una propuesta con la que se instará a la Gerencia Regional del Catastro a que realice una nueva ponencia de valores a la zona rústica del término municipal. Todos los partidos con representación municipal creen que de esta forma podrían bajar los valores y, en consecuencia, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

La propuesta surgió de una moción que presentó el grupo socialista, aunque el equipo de gobierno, como manifestó su portavoz Miquel Bestard, cree que "difícilmente prosperará". El popular explicó que en octubre el Catastro contestó otra petición anterior en la que señalaba que no llevará a cabo ninguna revisión de la ponencia de valores de Sóller hasta el primer trimestre de 2017 para que entren en vigor a partir del año siguiente. No obstante, como señaló el socialista Josep Lluís Colom, en esta ocasión no se solicita una revisión de valores de todo el término municipal, sino de la zona de huertos que fue la "más castigada" con la revisión que se llevó a cabo en el año 2010. En el pleno, la corporación rectificó el inventario de bienes para segregar próximamente la sala polivalente del edificio de aparcamientos del Port donde se construirá una nueva unidad básica de salud. También se aprobó una ordenanza que regula los usos del pabellón de Son Angelats y se acordó solicitar a Hacienda la devolución del céntimo sanitario por el carburante que adquirió el municipio durante el tiempo que estuvo vigente el impuesto que las instituciones europeas derogaron. El PP rechazó una moción de Entesa y Progressistes en la que proponía al ayuntamiento felicitar la Comissió Llimona "por su labor" para que retornara la escultura de Josep Llimona al cementerio municipal.