Pese a que no haya ninguna prueba histórica de su existencia ni documento que describa su martirio, nos seguimos acordando de Santa Bàrbara cuando truena; de poco sirvió que en 1969 la Iglesia Católica la eliminara de su calendario oficial. Y si no que se lo pregunten a los vecinos de Vilafranca de Bonany, cuando cada 4 de diciembre celebran el día grande de la patrona.
La tradición comienza durante la víspera, cuando vecinas del pueblo empiezan a hervir cerca de 60 kilos de patatas, las trituran y las dejan reposar hasta la mañana siguiente. Entonces, a partir de las ocho y media, comienza espectáculo culinario. Reunidas en el antiguo horno de Ca l´Amo en Jaume, en la calle de Sant Martí, mezclan la patata con agua caliente, levadura de pan, 160 huevos y 30 kilos de harina. Es la receta de los buñuelos que honran a la santa.
El mal tiempo de la zona (aunque no llegara a tronar), hace que el paso determinante, es decir, la transformación de la pasta resultante en el manjar azucarado, se traslade esta vez del centro de Vilafranca a la carpa situada en el parque Josep Maria Llompart. Allí una veintena de voluntarias pasan a la acción. Prácticamente hasta las tres de la tarde, la cadena artesanal fluye engrasada. Por grupos, mientras una se encarga de volcar la pasta en pequeñas porciones (a las que añade el singular agujero central con el pulgar), otra atiende para girar los que van cayendo en la piscina de aceite de girasol hirviente.
"No curan nada en especial, pero están buenísimos y llenan el estómago", dice Joana de Son Bou, mientras junto a Montse Penya y Catalina Murtera los van embolsando de diez en diez para un total de 2.500, que antes que se enfríen, viajan hasta las casas de los ancianos de más de 80 años o aquellos que no pueden disfrutar de la fiesta posterior, para la que se reservan tres ribelles decoradas con mata y repletas de buñuelos.
Culminación de la jornada
En la gran diada de ayer también destacaban de la programación los entretenimientos infantiles y la Tronada de Santa Bàrbara a cargo de Vilatukada. En la iglesia, misa en honor a la patrona con Ball de l´Oferta protagonizado por Aires Vilafranquins. Asimismo, entrega de las insignias de los Donants de Sang y Ball dels cavallets.
En esta ocasión sobresalía el relevo de cavallets. Después de cinco años, primera renovación. A partir de ahora, la escuela toma parte de esta aventura. Las maestras Bàrbara Vicens y Marga Comas, de música y educación física, respectivamente, enseñaron la danza a niñas y niños de 6º (unos 11 años). Mediante sorteo salieron los nuevos diez danzarines. Se prevé que cada curso haya enseñanza y relevo de cavallets.
Los elegidos este 2014: Llorenç Nadal, Elisabet Femenies, Guida Rosselló, Aina Ribot, Esteve Català, Montse Sansó, Maria Galmés, Marc Oliver, Pilar Barceló y la dama, Louis Sansó. Acompañados del flabioler, Joan Florit.
La danza de los Cavallets fue recuperada hace cinco años. Mateu Jaume, alma de este exitoso ´rescate´ de tan singular tradición, tremendamente satisfecho.
