La flota pesquera del norte de Mallorca continua amarrada en sus puertos en su cuarta semana consecutiva. Ayer los servicios de predicción meteorológica seguían manteniendo la alerta amarilla y en el mar se observaban olas de entre cuatro y cinco metros.

Jan Suau, patrón Mayor de del Port de Pollença, explica que "durante la noche del domingo volvió a entrar viento de Tramuntana". Ayer ni siquiera los arrastreros se aventuraron a salir.

Los pescadores llevan ya casi un mes sin poder ingresar lo que está creando una situación de cierta alarma ya que "los gastos no se paran", aseguraba el patrón Mayor de Alcúdia, Gabriel Payeras.

En estos momentos se debería estar en plena temporada de jonquillo y debería de haber comenzado la de la sepia. Los mercados están surtidos merced a que los puertos del sur siguen funcionando y la lonja continua ofreciendo pescado, aunque en mucha menor medida de lo que es habitual.

Fuentes del sector confían que mañana o el miércoles se pueda empezar a trabajar, aunque para el jonquillo será preciso que el mar se calme bastante más.