Kevin Johansen: «La ironía es como un velo bajo el cual se pueden decir las verdades más terribles»

El cantautor argentino-estadounidense actúa el próximo 9 de julio en Es Gremi, en Palma, acompañado del ilustrador Liniers, quien dibujará en directo, de forma improvisada. Una combinación de música, arte, humor y baile

El cantante y compositor argentino-estadounidense Kevin Johansen.

El cantante y compositor argentino-estadounidense Kevin Johansen.

¿Cómo nació un show como el que podremos ver en Palma, junto a Liniers y The Nada?

El show con Liniers nace de la amistad, algo así de simple. De una amistad entre un dibujante ilustrador, y un compositor cantante. Y la verdad que comenzó con lo natural, con lo más orgánico. Primero le pedí que me haga un afiche, un póster para algún show en algún teatro. Luego con los años, colaboraciones de todo tipo, comentarios en sus tiras y colaboraciones en discos, y tapas. Fue saliendo un poquito así, de a poco.

¿Cómo puedo anunciar este espectáculo: le gusta ‘un libro en vivo’ o prefiere ‘un concierto ilustrado’?

Un concierto ilustre.

En sus shows, ¿qué rol tiene la improvisación?

En realidad nos jactamos de no haber ensayado jamás, pero a decir verdad obviamente fuimos fijando cosas en base a las improvisaciones y en base a esta confianza amistosa que tenemos. Es así que fue saliendo de a poco el tema de las colaboraciones en vivo, y por así decirlo, fuimos guionándolo.

¿Qué afinidades artísticas encuentra con un dibujante como Liniers?

Creo que Liniers es bastante variopinto, como intento serlo yo desde la música, él lo es desde sus dibujos e ilustraciones. No se queda con una sola cosa, no se queda estancado en un solo personaje. Es bastante desgenerado y bastante permeable también.

¿Cuándo se conocieron y cómo se forjó la amistad entre ambos?

Dice la leyenda que Liniers escuchó una entrevista que yo estaba dando en la radio recién llegado a Buenos Aires en el 2000-2001 después de 10 años en Nueva York. Y la verdad es que yo también lo conocía por una tira que él tenía que se llamaba Bonjour Liniers. Así que los dos sabíamos un poco de las actividades del otro. Yo siempre fui muy fan de los dibujantes de cómics y de tiras diarias en los periódicos, y tenía mis favoritos, y Liniers rápidamente se convirtió en uno de esos favoritos.

¿Qué admira de un artista como Liniers?

Liniers no es un tipo que se quede con una sola cosa. Es permeable como artista. Admiro lo trabajador que es, y lo detallista que es, realmente, lo dedicado. Y es un poeta. Admiro la poesía de Liniers, algo que no se dice tanto, pero él no es del chiste fácil, es un poeta, un observador.

¿Qué papel juega el humor en la vida de Kevin Johansen?

Es como el teatro griego, está la risa y el llanto, están las dos facetas. Creo que eso, con el tiempo, se ha ido afincando en nuestras culturas. Como decía Mark Twain, «el problema con el humor es que nadie lo toma en serio». Yo me lo tomo muy en serio. Y no es todo el tiempo. A veces tengo ganas de llorar, a veces tengo ganas de ponerme serio, y lo hago. O de hacer una observación más seria. Pero desde la ironía también se puede observar y hacer comentarios. La ironía es como un velo bajo el cual se pueden decir las verdades más terribles.

Con la que está cayendo, ¿qué ve en los ojos de los espectadores cuando está sobre el escenario?

Veo en los espectadores mucha necesidad de conexión. Después de la pandemia, así como se hablaba de los trabajadores esenciales, creo que los artistas o los que estamos arriba de un escenario y nos brindamos, somos trabajadores presenciales. Y creo que la gente, esa presencialidad la necesita y la agradece mucho.

El título de su último trabajo, Quiero Mejor, parece toda una declaración de intenciones ante un mundo cada vez más hostil.

Sí, Quiero Mejor es un poco, en base a esa frase de Oscar Wilde «tengo gustos simples, sólo quiero lo mejor», que es como arranca la canción. Y creo en más que cantidad, la calidad. Cuando uno crece se da cuenta que el famoso término de «calidad de vida» no tiene nada que ver con lo material, tiene que ver con tiempos, y con otras cosas.

Paciencia, autenticidad, capacidad para contagiar…

A mis canciones les exijo exactamente eso: paciencia, autenticidad, y capacidad para contagiar. Algo que toque un nervio propio para luego tocar un nervio ajeno.

¿Hay algo que le resulte imprescindible a la hora de componer?

Bueno, estar dentro de la zona de confort, no afuera. Porque creo que con un buen vino, y estar con sus amores, y su familia, su gente... y su guitarra, su instrumento, a veces bajan los duendes a visitarnos un rato y nos inspiramos y nos ponemos a trabajar.

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