Xavier Font, fundador de Locomía: «Llevo dos años enviando canciones para Eurovisión y creo que volveré a intentarlo, soy muy testarudo»

El grupo que impactó en los 80 con sus enormes abanicos vuelve a estar en auge gracias a una serie documental y su reciente película

Los temas de antaño y nuevas composiciones triunfaron anoche en Orgullosament Inca

El fundador de Locomía, Xavier Font (c), con los actuales integrantes del grupo, ayer en Orgullosament Inca.

El fundador de Locomía, Xavier Font (c), con los actuales integrantes del grupo, ayer en Orgullosament Inca. / ZAFIRUS

Raquel Galán

Raquel Galán

«Locomía es mía. Ayer, hoy y siempre», dice usted. ¿Lo sigue demostrando en festivales como Orgullosament Inca?

Pues sí, aunque suene un poco prepotente. En los inicios éramos una tribu urbana, los bailarines de la discoteca Ku de Ibiza, y durante todo este tiempo hemos seguido siendo una agrupación, que es lo que mostramos en los espectáculos y festivales como el de Inca.

¿Las actuales reivindicaciones LGTBI deben algo al grupo?

Después de toda la represión que tuvimos en nuestra época, como reflejan la serie documental y la nueva película, ahora el colectivo LGTBIQ+ puede expresar de forma más abierta su condición y Locomía ya tiene la libertad de decir lo que quiere. Obviamente abanderamos el tema del Orgullo, aunque en el nuevo álbum también hablamos del suicidio y el bullying. Es un disco actual que toca temas profundos y con mucha letra. Desde que salió el documental llevamos dos años que han sido un no parar, pero estamos encantados de la acogida.

¿Por qué tratan estos temas tan profundos y delicados?

Son problemas a los que hay que dar voz, ya que por desgracia están a la orden del día y tenemos varias amistades que los han sufrido. Los momentos dramáticos se cruzaron en nuestra vida mientras hacíamos el disco, por lo que pensamos que era la ocasión de componer algo y servir de altavoz sobre problemas muy actuales y graves.

¿Qué supuso la represión a la que hace referencia?

A mí las canciones de los inicios no me representaban. Si yo hubiese podido producir la música que en ese momento empezaba a tener el grupo, hubiese incluido mensajes reivindicativos y más acordes a mi forma de ser y pensar, pero no nos dejaron. Nuestro representante en aquella época era muy comercial. Seguramente a nivel musical era pionero, aunque las canciones que hacemos ahora, especialmente las del último disco, tienen letras más expresivas y con un significado, que es lo que realmente queremos. En los inicios era todo más frívolo, más música de baile. Ahora sí que me siento representado.

¿Qué es transgresor ahora para el creador de Locomía?

Yo supongo que me adelanté un poco a mi tiempo. Empecé con 17 años muy revolucionado y lo que hacía era muy transgresor. Ahora parece que ya está todo visto, o nos llega rápidamente con internet, y existe una menor transgresión. Yo intento continuar provocando con Locomía para mantener la esencia, adaptándola a la actualidad.

¿Se ve reflejado en la película Disco, Ibiza, Locomía?

Sí, me ha gustado mucho y he reído y llorado a partes iguales. Sin embargo, de los que formábamos el grupo al principio, soy el único al que le ha encantado. Creía que no me vería reflejado en el actor Jaime Lorente y, pese a que no apostaba demasiado por él, hay escenas en las que lo ha clavado. Los actores han hecho un papelazo y la historia en general es acertada, con varios momentos muy dramáticos, como cuando queman la casa en Ibiza. Yo realmente no vi cómo se quemaba, pero en la gran pantalla impacta mucho y me quedé en shock.

¿El dinero lleva a la perdición?

Según. Soy muy malgastador, pero a mí el dinero me ha servido para librarme del mundo de las drogas, continuar funcionando y crear finalmente lo que quiero. De todos modos, el dinero es temporal, viene y se va, y lo importante es la salud, aunque suene a tópico.

Dice que se considera ante todo un luchador. ¿Con el cáncer libra su mayor batalla?

La voy a librar, sí. Por suerte, es un cáncer de próstata y lo pillé a tiempo, por lo que me operarán pronto. Hoy en día hay muchos avances médicos y tecnológicos; y me cuido un montón, a pesar de la imagen que tengo. No he fumado ni bebido alcohol en la vida. Y drogas las justas. El cáncer sigue siendo un tema tabú, pero hay que contarlo.

¿Con qué se ha redimido?

Como el niño que todavía llevo dentro no me deja crecer, tengo una actitud muy jovial y siempre estoy motivado inventándome algo y buscando una razón para seguir al pie del cañón. Ahora me motiva mucho mi relación con Harold y el hijo que vamos a tener. La juventud, él tiene 26 años, y una vida nueva salvan a otra. Además, estoy muy feliz de continuar con Locomía y quiero que ganemos un Grammy e ir a Eurovisión. A Locomía le queda cuerda para rato.

¿A Eurovisión?

Sí. Llevo dos años enviándoles canciones para poder participar y creo que volveré a intentarlo, soy muy testarudo. Te redimes así, a base de hacer cosas y no dejar que haya tiempo para estar mal.

¿Le sigue interesando la noche?

Cuando empecé, la noche para mí era como ir a la oficina. Ahora le gusta más a Harold. A mí ya no me parece tan divertida porque no es como en la época de Ibiza y porque me he vuelto muy diurno.

¿Y el fútbol?

Nunca me ha interesado. Soy antifútbol, apolítico y ateo.

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