Vela

Hugo Ramón regresa a la vela oceánica con un ambicioso proyecto para la Mini Transat 2025

El navegante mallorquín, que ya participó en las ediciones de 2005, 2007 y 2009, afirma que no puede resistirse a la «llamada del océano»

Hugo Ramón a bordo de su velero de la clase Mini durante un entreno en la Bahía de Palma

Hugo Ramón a bordo de su velero de la clase Mini durante un entreno en la Bahía de Palma / Ugo Fonollá

El navegante Hugo Ramón (Palma, 1985) ha anunciado hoy oficialmente su regreso a la vela oceánica tras un «parón» de casi 12 años. «El mar es mi vida y nunca he dejado de sentir la llamada del océano», ha asegurado el deportista mallorquín durante la presentación, esta tarde en el Real Club Náutico de Palma, de su proyecto para la Mini Transat de 2025, regata de 4.000 millas consistente en cruzar el Atlántico en solitario, sin asistencia y sin comunicación, en barcos de seis metros y medio.

Hugo Ramón se unirá a la reducida y exclusiva lista de navegantes que han tomado parte en cuatro ediciones de la Mini Transat después de haber sido durante varios años el regatista más novel en completarla. «Mi primera experiencia fue en 2005. Salí con 19 años y me convertí en el participante más joven durante bastante tiempo, hasta que la navegante Violette Dorange me superó. Empecé aquella campaña de clasificación con apenas 17 años y pensando que era una persona madura, pero obviamente no lo era», explica el navegante del Real Club Náutico de Palma en el vídeo promocional de su nuevo proyecto, realizado por el productor y editor audiovisual Ugo Fonollá, quien ejerció de reportero a bordo en la Volvo Ocean Race de 2018.

«En mi caso no es necesario acreditar las millas fuera de regata porque están convalidadas desde mi primera participación»

«Después de competir en tres ediciones consecutivas de la Mini Transat (2005, 2007 y 2009) y en la Global Ocean Race (vuelta al mundo a dos), en 2012 decidí hacer un parón. La falta de patrocinadores y las ganas de centrarme en otras cosas, aunque siempre relacionadas con el mar y la vela, me llevaron a alejarme del circuito de regatas para solitarios. En todo este tiempo, sin embargo, no he dejado de sentir la llamada del océano; es un magnetismo al que me resulta muy difícil resistirme», ha confesado Hugo Ramón, que trabaja actualmente como capitán de un superyate y ejerce la vocalía de vela en la junta directiva del Real Club Náutico de Palma.

Vela. Manu Fraga (director del RCNP), Alejandro López (vicepresidente del RCNP), Hugo Ramón y Rafael Gil (presidente del RCNP), en la presentación del proyecto esta tarde en el RCNP.

Manu Fraga (director del RCNP), Alejandro López (vicepresidente del RCNP), Hugo Ramón y Rafael Gil (presidente del RCNP), en la presentación del proyecto esta tarde en el RCNP. / Ugo Fonollá / Docvent

La Mini Transat zarpa de la localidad francesa de Les Sables d’Olonne y concluye en el Caribe después de realizar una escala en las Islas Canarias. La gran demanda de participación obliga a la organización a establecer unas condiciones muy férreas para aceptar las inscripciones. A pesar de su experiencia previa, Hugo y su velero (un modelo Vector bautizado como ‘Verdhugo’ que compite en la categoría de barcos de serie) han estado sometidos a este proceso que incluye la certificación de 1.500 millas en regata y otras 1.000 de una sola vez, pero sin necesidad de competir. Dentro de esta fase previa, el mallorquín se proclamó hace un año vencedor de la Massilia Cup, una exigente travesía en solitario entre Marsella y el nordeste de Córcega, y lideró el circuito del Mediterráneo en 2023, con 2.300 millas acumuladas. «En mi caso no es necesario acreditar las millas fuera de regata porque están convalidadas desde mi primera participación», señala.

La esencia de la vela

«La Mini Trasat -ha explicado hoy Hugo Ramón- mantiene su esencia, no tenemos derecho a mantener comunicación con el exterior ni a llevar cartas electrónicas. Lo único que tenemos es un GPS con la posición y las cartas náuticas. Estas restricciones la hacen muy especial y la mantienen unida al viejo arte de navegar. Sin embargo, y eso es algo que también me atrae mucho, los barcos se han vuelto muy tecnológicos. El diseño de los ‘minis’ ha avanzado mucho desde mi última participación. Ahora tienen unas proas redondeadas que les dan muchísima sustentación y una velocidad que era impensable hace 20 años».

«Todavía falta un año para zarpar y quedan muchas casillas por marcar»

Hugo afronta el desafío «con la ilusión de estar entre los mejores», pero con una perspectiva personal diferente a la de sus anteriores proyectos: «Mi concepto de la vela, y de la vida en general, ha cambiado también mucho. Para mí, una victoria no es únicamente cruzar la línea de llegada en primera posición, sino haber marcado todas las casillas que considero esenciales y que determinan la mejora permanente de un reto tan importante como cruzar el oceáno llevando el barco a su máximo rendimiento. Aunque no ha empezado ni siquiera la regata, siento que voy ganando porque he conseguido cumplir los objetivos que me había fijado y estar a la altura de mis propias exigencias. Con todo, todavía falta un año para zarpar y quedan muchas casillas por marcar».