Activos, la economía que transforma

El sector náutico saca pecho en Balears con un negocio de mil millones

Las islas son internacionalmente reconocidas por sus servicios de reparación y mantenimiento de barcos. A ello se dedican 879 empresas que generan más de 5.000 empleos

Numerosas embarcaciones de recreo amarradas en Palma

Numerosas embarcaciones de recreo amarradas en Palma / Activos

Al ser Baleares un archipiélago, es evidente que la industria náutica debe jugar (y así lo hace) un papel importante en la economía de la comunidad. Con los últimos datos disponibles, de 2022, que maneja la Associació d’Empreses Nàutiques de les Illes Balears (AENIB), en la región están registradas 879 empresas náuticas, con un volumen de negocio de 1.106 millones de euros (el 3,1% del producto interior bruto) y más de 5.000 empleados. Del total de compañías, el 76% se concentra en Mallorca; particularmente en Palma, donde se ubican el 45% de las firmas y se genera más del 50% de la facturación global y el empleo en este sector.

Las islas Baleares son internacionalmente reconocidas tanto por sus servicios de reparación y mantenimiento náutico como por ser un atractivo destino turístico náutico. En cuanto al ecosistema empresarial del sector, este es sólido y se diferencia por su alta calidad, eficiencia, seguridad y flexibilidad en servicios de reparación y mantenimiento naval.

Líderes en servicios

Según detalla la propia asociación, los servicios profesionales lideran el conjunto del segmento, con más de 100 empresas y más de 120 millones de euros del volumen de negocio, y dan servicio tanto a armadores como a tripulaciones de embarcaciones, mayoritariamente de gran eslora.

Por otra parte, se constata que la mayor parte del volumen de negocio procede de las agencias de servicios y consignatarios (más del 60% del total del segmento y con alto crecimiento) y que las agencias facturan buena parte de las provisiones y los servicios prestados por terceros a las tripulaciones y los propietarios de los barcos, y, por lo tanto, tienden a generar altos volúmenes de negocio con estructuras más reducidas.

El informe que maneja la AENIB refleja que buena parte de los servicios profesionales tienen como clave de éxito, además de la excelencia en el servicio, el conocimiento, la experiencia y las redes de contactos, en el ámbito de la gestión y la provisión de servicios en embarcaciones de gran eslora, elemento que añade barreras de entrada en el negocio por parte de nuevas empresas. El documento especifica asimismo que la presencia en Baleares –y en concreto en la zona de Palma– de los servicios profesionales se justifica por la complementariedad en un refit (reparación) de calidad y a coste eficiente más que por la demanda del cliente de chárter, puesto que algunas compañías trabajan hasta en un 60% o 50% fuera de las Baleares.

Con todos estos datos en la mano, el presidente de AENIB, Jaume Vaquer, hace el siguiente diagnóstico del sector náutico balear: «Es un sector maduro, con un historial y una trascendencia indudables, con muchos éxitos cosechados». El sector náutico balear ha sido la cuna en la que se ha formado la industria náutica a escala nacional, «sobre todo en lo relativo a aspectos como el mantenimiento y la reparación de embarcaciones de gran eslora». «Estas embarcaciones llegaron a Mallorca por dos motivos esenciales. En primer lugar, por las instalaciones existentes en su momento; en segundo término, y no por ello menos importante, por la calidad de los servicios y las empresas aquí instaladas. El efecto llamada en toda España y la demanda derivada de la misma fue tal, que se llegó a saturar la estructura industrial de las Islas: no se daba abasto. En este sentido, el momento más álgido se produjo en 2013», explica.

Aumento de cánones

Abundando en esta lectura, Vaquer afirma que la realidad es que a menudo empresas locales se ven en la necesidad de emigrar a centros de mantenimiento de Francia o de Catalunya. «Aquí se encuentran con dificultades por la falta de espacio y de instalaciones para poder operar. Por otra parte, hemos constatado claramente cómo han aumentado los precios de los servicios y, sobre todo, los cánones que la Administración cobra por el uso de las instalaciones náuticas», matiza.

La parte positiva de este auge es que, según Vaquer, «ha ayudado a elevar, si cabe, el nivel de calidad y de profesionalidad de las empresas aquí instaladas, entre las que se suman algunas que, siendo referentes internacionales, han llegado a las islas Baleares desde el extranjero y se han integrado perfectamente».