¿Por qué la náutica remolcable es la más sostenible medioambientalmente?

¿De verdad la náutica remolcable es la más económica?

Cómo tener un barco en Mallorca sin ser millonario

Compara lo que ocupa un barco como nuestra Quicksilver Activ 705 Weekend y uno de estos catamaranes en una cala tan estrecha como Cala Mitjana. Si todos navegáramos con menos eslora habría más sitio para más personas.

Compara lo que ocupa un barco como nuestra Quicksilver Activ 705 Weekend y uno de estos catamaranes en una cala tan estrecha como Cala Mitjana. Si todos navegáramos con menos eslora habría más sitio para más personas. / El playólogo

El playólogo

En mi anterior entrada os hablaba de los motivos por los cuales la náutica remolcable es la más sostenible económicamente y, por ende, la más democrática. Os hablaba de costes, de lo que más nos afecta al bolsillo, pero hoy toca hablar de lo que más le afecta al medio ambiente. Y de los motivos por los que la náutica remolcable es la más sostenible medioambientalmente. Vayamos punto a punto.

A) Porque no se emplean biocidas para el tratamiento del casco:

En general, las embarcaciones cuyo casco está menos de 30 días seguidos sumergidos en el agua no necesitan la aplicación de antifouling, lo cual supone un gran ahorro no solo económico, sino medioambiental. Estas pinturas biocidas, aunque cada vez son más ecológicas, cuanto menos se usen, mejor. Y este tipo de embarcaciones que salen y entran del agua casi cada día no precisan de este tipo de tratamientos químicos. Y ni qué decir tiene que no solo es que se ahorre dinero, sino también perjuicios para la salud, pues si tú mismo decides aplicarla debes de protegerte la piel, los ojos y hasta los pulmones, tanto en la aplicación como en el lijado de la superficie, algo que en las embarcaciones a flote se debe de hacer casi cada año.

 B) Porque no se consume tanto combustible, ni mientras se disfruta ni cuando se traslada:

Las embarcaciones remolcables a motor son en general más ligeras y producen menos emisiones que las de mayor eslora. Teniendo en cuenta que suelen estar entre los 4 m y 8 m de eslora (5,5 m es la más habitual), con motores fuerabordas de entre 25 cv y 200 cv es más que suficiente. Además, en la mayoría de los casos es mucho más sostenible llegar hasta la zona de navegación escogida por carretera que hacerlo por mar, ya que estos traslados en remolque podrían llegar a ser incluso con vehículos eléctricos, con emisiones de carbono neutras. 

C) Porque no necesita de la creación de nuevas plazas de amarre.

Recientemente, El Plan General de Puertos de las Islas Baleares acordaba “democratizar el acceso al mar” y apostar por “la creación de una náutica más sostenible” mediante “la construcción de marinas secas para embarcaciones de pequeña eslora y la ampliación de la red de rampas públicas para el lanzamiento de embarcaciones pequeñas”, prohibiendo la construcción de nuevos puertos deportivos al menos durante los próximos 15 años. Si cada vez hay más gente que quiere navegar, pero no hay donde “aparcar” la embarcación a flote, la única solución pasa por tener las embarcaciones en seco.

Haciendo noche en Cala Mitjana con nuestra Quicksilver Activ 705 Weekend como si de un gran yate se tratara. No hace falta mucho para vivir la sensación y comodidad de un crucero. Baño, ducha, cocina, nevera y un amplio camarote perfecto para una pareja y un niño.

Haciendo noche en Cala Mitjana con nuestra Quicksilver Activ 705 Weekend como si de un gran yate se tratara. No hace falta mucho para vivir la sensación y comodidad de un crucero. Baño, ducha, cocina, nevera y un amplio camarote perfecto para una pareja y un niño. / El playólogo

D) Porque no se malgasta tanta agua.

Una embarcación almacenada en un garaje solo requiere un baldeo el día en que se usa, mientras que una embarcación a flote requiere de baldeos cada semana para una correcta conservación. Se calcula que para mantener limpia una embarcación a flote como la Quicksilver Activ 705 Weekend se gastarían unos 5.200 l de agua al año, además de varios litros de productos químicos de limpieza, mientras que si la mantenemos en seco podría llegar a ser nulo ese consumo de agua. También es sabido que el consumo de agua por persona es mucho mayor en una embarcación de mayor eslora que en una remolcable, simplemente porque apenas se lleva agua para la ducha.

E) Porque solo consume recursos mientras se disfruta.

 Una embarcación a flote requiere más mantenimiento y se deteriora mucho más que la misma embarcación almacenada en un garaje. En este último caso, si un año no se puede disfrutar por cualquier motivo no se consumen recursos (agua en los baldeos, etc.) ni se generan tantos residuos (sustituir fundas de las defensas y lonas, aplicar barnices, etc.). La exposición a los elementos y el contacto con el ambiente salino provoca el deterioro de la embarcación a flote, que requiere de constantes mejoras y mantenimientos, mientras que esa misma embarcación almacenada a techo y en seco puede perdurar años sin consumir ningún recurso.

Un barco remolcable como esta Quicksilver Activ 705 Weekend te permite cruzar en ferry hasta la Península y navegar por otras costas. En la foto se puede ver la rampa de botadura de Gijón, Asturias, por donde también hemos navegado.

Un barco remolcable como esta Quicksilver Activ 705 Weekend te permite cruzar en ferry hasta la Península y navegar por otras costas. En la foto se puede ver la rampa de botadura de Gijón, Asturias, por donde también hemos navegado. / El playólogo

3º) ¿POR QUÉ LA NÁUTICA REMOLCABLE ES LA MÁS RECOMENDABLE PARA NUESTRAS MASIFICADAS COSTAS?:

A) Barcos “escondidos” en vez de fondeados.

En Menorca, en la Costa Brava, etc. es común ver como las calas se llenan cada temporada de muchos más “estacionamientos” de barcas a flote. Se llena de boyas de pago donde los veraneantes dejan su lancha amarrada toda la temporada la usen o no, lo cual quita espacio a los barcos que quieran pasar la tarde fondeados disfrutando del entorno y además perjudica el aspecto visual de la cala. A veces pienso que si todas esas barcas estuvieran “escondidas” en una explanada fuera de la cala y se metieran al agua solo cuando se usan veríamos nuestras costas mucho menos masificadas. La lámina de agua no debería ser un parking de barcos que no se usan.

B) El tamaño sí que importa.

Técnicamente, la náutica remolcable no permite navegar con embarcaciones de más de 8 m, simplemente porque no serían barcos transportables por carretera. Así que te “obliga” a no ir por la costa con un “chalet flotante”. ¿Te has parado a pensar que no tiene mucho sentido navegar dos o tres parejas en un barco de 20 m de eslora pudiendo hacerlo en una lancha de 6 m? Esos “yatazos” ocupan mucho más despacio en nuestras calas y consumen muchos más recursos.

Y ni qué decir tiene que el daño que hace un ancla de una lancha remolcable sobre las praderas de posidonia es mínimo frente al que puede producir ese otro tipo de esloras. Si todos fuéramos en barcos de tamaño contenido habría mucho más sitio para todos. Y ya no solo es cuestión de dinero, es cuestión de no ir acaparando espacio. A nadie le daría por intentar aparcar un autocar en el centro de Palma... y que este fuera su vehículo para el día a día, aunque tuviera dinero para hacerlo. Ese es el concepto: pensar en pasarse a esloras más pequeñas para que así quepamos todos.

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