La iglesia de Son Negre colapsa por sorpresa

El Ayuntamiento de Manacor solicita al Obispado de Mallorca cubrir con urgencia el templo lo antes posible y ofrece colaboración

El techo de la iglesia del llogaret manacorí de Son Negre se ha derrumbado. La cubierta de piedra, tejas y madera del templo construido a finales del siglo XIX se derrumbó sobre los bancos de madera afectando a diferentes obras de arte, pero sin causar daños personales. El rector de Manacor, Antoni Amorós, declaró que desde la parroquia local “no teníamos constancia de que el mal estado de la iglesia de Son Negre llegara a este punto”. Explicó a las puertas de la iglesia que tenían constancia de que en el templo había grietas que iban vigilando, pero admitió que “de ninguna manera podíamos pensar que caería”. El rector recordó que hace cuatro años se hizo una inversión “muy importante para destapar toda la cubierta de la iglesia y analizar todas las entrañas de la estructura del templo y cambiar las tejas porque había goteras”.

Así ha quedado la iglesia de Son Negre de Manacor tras el derrumbe de su cubierta

Biel Capó

Por su parte, los servicios técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento de Manacor acudieron durante la mañana de este jueves a Son Negre para realizar una primera inspección y conocer el alcance del desplome de la cubierta de la iglesia del llogaret. El alcalde, Miquel Oliver, en nombre del Ayuntamiento, se ha puesto a disposición del rector de Manacor para lo que necesite. Así, el Consistorio ahora está a la espera de que el Obispado de Mallorca informe sobre qué acciones llevará a cabo, de qué manera y cuándo. Desde el Ayuntamiento habrá colaboración, aunque se reclamará que se inicien las obras de manera urgente.

Desde el punto de vista de la conservación del patrimonio, el Ayuntamiento de Manacor también se ha puesto a disposición de la Iglesia y se solicitará al Obispado que se asegure de que el patrimonio mueble de valor quede bien cubierto y se traslade a un lugar seguro para evitar robos y que se deteriore. Asimismo, también se pide que las pinturas murales del ábside se cubran adecuadamente.

Amorós relató que fue el miércoles cuando un vecino que estaba acostumbrado a ver la iglesia se dio cuenta de que faltaba la cubierta. “Avisó a la persona que se encarga del mantinimiento del templo y ella me llamó por teléfono”, explicó. Concretamente, Amorós detalló que se derrumbaron los tres tramos centrales del templo y los arcos que los sostenían “dejando la iglesia a cielo abierto”. Han aguantado los tramos del altar y de la entrada. Ahora serán los técnicos del Obispado y del Ayuntamiento los encargados de analizar las causas del desplome de la cubierta de la iglesia de Son Negre y determinar las medidas que sean necesarias.

La persona que dio aviso del desplome de la cubierta en cuanto lo supo es Antònia Riera, vecina del llogaret y que desde hace años se encarga de la limpieza y abrir y cerrar el templo en las ocasiones en que aún se abría, es decir: para Matines en Navidad, durante las Completes de Sant Antoni (el templo está dedicado al ermitaño) y una misa durante el verano. “El miércoles cuando abrí y vi lo que había pasado me llevé una buena sorpresa, pensaba que habría sido una cosa menor”. De hecho, ningún ruido alertó a los vecinos más cercanos a la iglesia rural cuando, durante la medianoche del martes al miércoles, la cubierta pasó por alto. “Sabíamos que había grietas pero nunca imaginábamos que la cubierta de la iglesia pudiera derrumbarse”, confesó. “Un vecino que venía de trabajar avisó a mi marido diciéndole que le parecía que algo de la iglesia se había caído. Salí en seguida. Abrí la puerta de la iglesia y me encontré el desastre. Evidentemente no entré porque era peligroso”, relató.

Unas nupcias en el aire

El desplome de la cubierta de la iglesia de Son Negre en Manacor ha provocado, además, algunos daños colaterales. Entre otros, la alteración de los planes de bodas de una pareja que se iba a casar en 15 días. Así lo ha explicado el propio rector de Manacor preguntado por la actividad que se llevaba a cabo en la iglesia y aclarando que se van programando celebraciones puntuales. “Ahora los novios están preocupados”, admitió Amorós porque tendrán que buscar otro lugar.