Opinión

Un suplicio de partido

Muriqi se lamenta en el partido de esta tarde frente al Getafe

Muriqi se lamenta en el partido de esta tarde frente al Getafe / EFE

De algunos partidos se dice que son no aptos para cardíacos y hay otros, como el Mallorca-Getafe de esta tarde, a los que se califica como una ‘castaña’.

De entrada, nada extraño si se enfrentan dos conjuntos cuya máxima premisa es no encajar a toda costa. Ese, a toda costa, incluye un carrusel de faltas, fútbol en el que el balón a tierra y no por el aire no predomina y con una ausencia clamorosa de tiros a puerta, el primero del Mallorca uno de Abdón más allá del 50, por ninguno del Getafe en los 90 minutos, por lo que no es baladí hablar de que Rajkovic fue un espectador más. No es nada raro pues que partidos como este solo despierten el interés de los aficionados de los dos clubes interesados, por aquello de que hay tres puntos en juego, aunque son muy importantes, porque también son de esos partidos que se llaman de la Liga de los modestos, la de aquellos que solo juegan para salvar la categoría.

Si el fútbol fuera como el boxeo casi con toda seguridad hablaríamos de que el Mallorca es un vencedor a los puntos. Los de Aguirre tuvieron más intención que los de Bordalás e incluso, tras una primera mitad para aburrir al espectador, gozaron de varias oportunidades claras. Larín sigue negado ante el gol. En la ocasión que tuvo no logró su objetivo más por mérito de David Soria que por error del canadiense Un triste consuelo.

La primera victoria sigue sin llegar a Son Moix y sumar empate tras empate no es el mejor método para aliviar la complicada situación clasificatoria que se avecina si no se cambia algo.

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