Integrada en el Banco Mare Nostrum (BMN), donde sus acciones representan el 2,01 por ciento de la entidad, Sa Nostra dejó ayer atrás 132 años de historia como Caixa de Balears para transformarse en fundación, cumpliendo de este modo el plazo que la ley marca a las cajas que ejercen la actividad financiera de forma indirecta.

Así lo decidió ayer por mayoría la asamblea de Sa Nostra, con nueve votos en contra y una decena de abstenciones, según pudo confirmar este diario.

La nueva fundación, según informó la entidad en un comunicado, posee personalidad jurídica independiente con capacidad para realizar todas las acciones de caracter benéfico social que considere oportunas, así como un patrimonio de más de 50 millones de euros.

No obstante, la dotación fundacional posee un valor que sólo supera el millón de euros, muy lejos de esos 50 millones, formada por un conjunto de obras de arte de Miquel Barceló, Joan Miró, Antoni Gelabert, Ricard Anckermann, Antoni Fuster Forteza, Juli Ramis, Aligi Sassu y Jaume Mir. "La dotación fundacional está controlada por el patronato, el resto del patrimonio, que incluye la colección artística al completo, Can Tàpera y otros bienes inmuebles, se le escapa", aclara Joan Roig, representante de los trabajadores en el consejo de administración y en la asamblea de la entidad. "Hubiéramos querido que en esa dotación, que es lo único que controla el patronato, se hubieran incluido todos los bienes, pero no ha sido posible pese al importante tira y afloja que se ha producido", lamenta. Y remarca: "Es un día muy triste, el de la liquidación de lo quedaba de Sa Nostra".

Aunque la decisión todavía no está tomada, los representantes de los trabajadores están estudiando llevar ante la fiscalía anticorrupción la liquidación y transformación de la Caixa de Balears por si existiera alguna acción de la que se pudieran derivar responsabilidades jurídicas. "Nosotros creemos que todo este proceso tiene algún responsable que debe dar explicaciones", justifica Joan Roig.

En este sentido, el grupo Més solicitó en el Parlament el pasado junio la creación de una comisión de investigación sobre lo que llamó la "dilapidación" de Sa Nostra, pero la propuesta fue rechazada por la mayoría del PP.

Además de determinar los bienes procedentes de la antigua caja que pasan a la fundación, la Asamblea aprobó ayer los estatutos de la nueva entidad y designó a los miembros del patronato: Antoni Estelrich, Jaime Canudas, José María Cardona y Rafael Feliu de Oleza, como representantes de la junta patronal; Tomeu Suau, Jesús Rullán, Maria Antònia Fornés y Andreu Ramis, como representantes de entidades de interés social; Xavi Torres, Joan Riusech, Gabriel Julià, y Joan Marí, como personas independientes de reconocido prestigio; y Alejandro Sáenz de San Pedro y Juan Miguel Font, como expertos financieros y jurídicos, así como un miembro del Govern sin voz ni voto.

En su intervención durante la última asamblea, el presidente Fernando Alzamora recordó los hitos que marcaron la transformación de Sa Nostra, dio las gracias a las personas, empresas y entidades públicas y privadas que han trabajado y confiado en la caja a lo largo de su historia y recordó a los presidentes y equipos profesionales, especialmente a Carlos Blanes, fallecido en diciembre del año pasado, al que recordó como "el impulsor de la época de mayor crecimiento y modernización", entre 1968 y 1993. Alzamora, además, manifestó la voluntad de la entidad de "actuar siempre de forma honesta, con respeto y lealtad a Balears, pese a los últimos tres años de dificultades y crisis".