Balears es la región más afectada por casi la mitad de los vertidos contaminantes detectados, según la Dirección General de la Marina Mercante (DGMM), que ha recibido en lo que va de año un total de 17 informes de contaminación procedentes de barcos que navegaban por aguas marítimas responsabilidad de España. Gran parte de los vertidos proceden de buques petroleros y de productos químicos, y la contaminación afecta de media a unos 12 kilómetros cuadrados de mar, según el ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

Así el archipiélago balear es la zona más afectada, ya que "casi la mitad de los vertidos contaminantes detectados en lo que va de año proceden de sus aguas". Le siguen el Golfo de Cádiz y el Mar de Alborán "con una mayor incidencia de contaminación" en relación con el resto de las zonas marítimas españolas.

Las 17 denuncias recibidas por la DGMM representan un 50% de los informes realizados durante todo el año 2019, según el Mitma. No obstante, el porcentaje de vertidos contaminantes se ha reducido considerablemente en los últimos diez años gracias a la vigilancia intensiva y a la normativa cada vez más estricta, además de las numerosas campañas que se han lanzado para la detección de basuras marinas, incluidos pláscticos, que afectan al buen estado ambiental de mares y océanos.

Igualmente, las Capitanías de la DGMM, dependientes del Mitma, vigilan la aplicación correcta del Convenio Internacional para el control y la gestión del agua de lastre, para prevenir las transferencias de especies invasoras que pudieran llegar de los buques que realizan transportes internacionales. Cuando se detecta que un barco está vertiendo al agua, o sobre los que se tiene alguna sospecha, se inspecciona en puertos españoles, siempre que su destino sea España. De lo contrario, se solicita la inspección en el siguiente puerto donde el navío haga escala o se incluye una alerta en el sistema de despacho de buques para hacerla cuando recale de nuevo en algún puerto español, según el Mitma.

Esta labor se complementa con el análisis de las imágenes satelitales proporcionadas por la AESM, garantizando una vigilancia y prevención a lo largo del año.