OPINIÓN

Prohens, primer aviso serio

La presidenta de Baleres, Marga Prohens.

La presidenta de Baleres, Marga Prohens.

Matías Vallés

Matías Vallés

La necesidad de una manifestación no se define al convocarla, sino tras haberla celebrado. Bajo este patrón, la iniciativa de la Obra Cultural que arrancó a miles de mallorquines de su sopor al grito de «Sí a la Llengua!» era indispensable. La emoción se desbordó por encima de las cifras de asistentes, en una convocatoria que había ampliado su núcleo en pro del catalán a una defensa genérica de la «dignidad», junto a la denuncia del «antimallorquinismo» y de «ser tractats com a estrangers al nostre país», véase el genocidio habitacional.

El ataque sin contemplaciones al catalán desea en realidad liquidar a los indígenas de la isla donde se asienta. Antoni Llabrés citó explícitamente el legendario eslogan «Qui estima Mallorca no la destrueix». Dos décadas después de aquella manifestación, los mallorquines convencidos ya no luchan por la identidad idiomática o geográfica, defienden sitiados su elemental subsistencia.

Se llega así a la oportunidad de la concentración contra la Ley de Persecución del Catalán de Vox/PP, una idoneidad incontestable por la afluencia pero en agudo contraste con el resultado de las autonómicas del pasado mayo. El «Sí a la Llengua!» hubiera sido más apropiado dos años atrás, cuando hasta Més admite que nunca debió aprobar las leyes educativas y sanitarias de Armengol, que ayer descubrió las razones de su fracaso electoral en la Plaça Major.

En cuanto a la vigente Marga Prohens, ayer no podía perder el tiempo con concentraciones de sus súbditos, porque estaba muy ocupada con un partido de fútbol sala. Conviene recordarle a la ensimismada presidenta que su predecesor José Ramón Bauzá encajó una manifestación bajo el lema «Sí a la Llengua» en 2012, un año antes del maremoto del TIL. El prepotente decidió ignorar aquel primer aviso serio. Sin dramatizar, ambos mandatos guardan cada vez más parecidos.

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