Masificación turística: Alquiler vacacional y cruceros cargan contra las restricciones del alcalde de Palma

Critican las limitaciones anunciadas por Martínez sin estudios que las avalen

Habtur cuestiona que al sector hotelero no se le quitan privilegios y CLIA recuerda que los cruceristas ya pagan ecotasa

Cruceros atracados en el puerto de Palma, en una imagen de archivo.

Cruceros atracados en el puerto de Palma, en una imagen de archivo. / DM

Redacción

La batería de propuestas del Ayuntamiento de Palma para restringir la actividad turística ante la masificación en la capital han pegado de cara a dos sectores que se sienten, los más damnificados: el del alquiler turístico y el de los cruceros. Si desde la patronal Habtur tachan de «simplistas» las medidas que pasan por vetar nuevas plazas de alquiler turístico y decrecer con las que se den de baja, CLIA considera «inoportunas» actuaciones como limitar o prohibir determinados cruceros e imponer impuestos. La dos asociaciones rechazan los planes del popular Jaime Martínez sin estudios que les avalan, máxime una semana después de que la presidenta Marga Prohens marcara «un camino muy razonable» para mitigar la saturación en Baleares. 

Martínez «no ha propuesto ninguna medida para el sector hotelero», declara la gerente de la Asociación de Viviendas de Alquiler Turístico de las Islas Baleares (Habtur), Maria Gibert. De entrada, la gerente de la patronal llama la atención sobre dónde queda el anuncio hecho hace cuatro meses por el consistorio de que autorizaría hasta cincuenta plazas turísticas en edificios catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC) para darles un uso como hoteles boutique. «No ha dicho nada para deshacer ese anuncio que pretendía a levantar la moratoria». 

4.000 frente a 44.000 plazas

Gibert censura al alcalde del PP porque «se ha dedicado otra vez a cargar contra un sector con unas 4.000 plazas frente a las 44.000 plazas hoteleras en Palma. El único sector que va a decrecer es el nuestro». Se refiere la líder patronal a que además de la prohibición de nuevas plazas de alquiler turístico en cualquier tipo de vivienda, las que se den de baja no se sustituirán, según explicó Martínez. 

Por contra, denuncia Gibert, «no ha propuesto ninguna medida para el sector hotelero, ninguna para quitarles privilegios, como que pueden alojar a menores de 16 años de manera legal», sin que computen en plazas turísticas. La gerente de Habtur censura también que Martínez, más allá de prometer erradicar la oferta ilegal, no propone ninguna medida para luchar contra ella «en todos los sectores, cuando es un problemón».

Es tal el jarro de agua fría que ha caído sobre la industria de los cruceros con la batería de propuestas de Jaime Martínez que Alfredo Serrano, reconoce que le «cuesta» valorar sus «inoportunas declaraciones». 

«Me cuesta valorar las inoporturnas declaraciones del alcalde», dice Alfredo Serrano

El presidente de CLIA (Asociación Internacional de Líneas de Cruceros estuvo la semana pasada en la Escuela de Hostelería de la UIB en el acto que convocó Marga Prohens para el lanzamiento de la mesa contra la saturación turística. De ahí su estupefacción después del camino «muy razonable trazado por la presidenta, con rigor, compromiso con los sectores y de acuerdo a basarse en estudios serios» para limitar la actividad turística. 

«Me remito a las palabras de la presidenta. Si Cort tiene estudios, me gustaría que los hiciera públicos», pide Serrano sobre los anuncios de limitar más los cruceros, permitir solo los de pequeña o mediana eslora, o los de puerto base. También Martínez lanzó la idea de cobrar dos tasas a los cruceristas. Una cuando llegan al puerto y otra cuando accedan a la ciudad. Y subir las tasas de basuras y agua de los buques y de los grandes yates. 

«Hemos pasado de estar hablando del aparcamiento de la Escollera a esto», dice perplejo el presidente de CLIA. «El alcalde, lo reconoce, abarca temas fuera de su ámbito competencial», razón de más para que el representante de las navieras le reclame «estudios para promover las limitaciones y prohibiciones de su ámbito competencial y mucho más de las que no lo son». 

Igual de categórica se muestra Maria Gibert. «La semana pasada la presidenta dijo que se tenía que hacer un debate sosegado y en base a datos objetivos para tomar decisiones y ahora el alcalde se dedica a hacer propuestas sin hacer ningún estudio». 

Los cruceristas, recuerda Serrano, «pagan ecotasa y tasas aeroportuarias». «Somos el único medio de transporte que paga ecotasa, ni los ferris ni los aviones lo hacen», subraya el presidente de CLIA. Y también abonan tasas «importantes por basuras y la poca agua que embarcan».

Con el acuerdo de limitación de cruceros que se firmó entre CLIA y el Govern de Francina Armengol en 2022, en vigor hasta el año que viene, y el parón de la pandemia, el sector ha reducido un 17 % las escalas en el puerto de Palma. A la industria de los cruceros le ha costado la recuperación tras el covid. «Toca que el resto de los sectores hagan el mismo esfuerzo y muestren la misma disposición», considera Serrano, para reducir la saturación turística.

LOS HOTELEROS: "GESTIONAR Y ORDENAR SI, PROHIBIR NO"

«Bienvenidas todas las propuestas. Vamos a ver cómo evolucionan y en qué momento se ponen en marcha». Esta es la primera valoración de María Frontera sobre el paquete de restricciones anunciado por el alcalde Jaime Martínez el miércoles. La presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) a renglón seguido matiza: «Tenemos que hablar de una mejora de la gestión y de ordenar. No de prohibir». Parece un aviso a navegantes ante el espectro de medidas por el que ha apostado el primer edil. El popular incluye en su discurso contra la congestión turística que sufre Palma prohibir nuevas plazas de alquiler turístico y un decrecimiento con las que se den de baja, entre otras propuestas. «Son palabras que impresionan». Frontera dice que hay que «reordenar con datos rigurosos» los flujos turísticos y solo se refiere a «prohibir» en el caso de aforos limitados, por ejemplo, en la visita a monumentos. 

Sobre si hay demasiados hoteles y plazas turísticas en Palma, Frontera dice que «se ha hecho un crecimiento según las necesidades y la disposición que hizo el Ayuntamiento en su momento». «El producto que ha resurgido ha sido el del hotel boutique y todos sabemos cómo estaban esas edificaciones y patrimonio que es nuestro», dice sobre los casals en manos de familias que «no los podían mantener y han dado vida» a los barrios.