La prensa alemana sobre la oleada de turismo de excesos y protestas: «¡Mallorca ya no nos quiere!»

Los sucesos de turismo de borrachera en una temporada aún incipiente sumada a las manifestaciones de los residentes contra la masificación bajo la lupa en el primer país emisor

El ‘Bild’ lleva a la isla a su portada y recoge cómo el alcalde de Palma «amenaza con normas aún más radicales»

Un turista alemán orinando desde la azotea de su hotel en Playa de Palma la semana pasada.

Un turista alemán orinando desde la azotea de su hotel en Playa de Palma la semana pasada. / DM

Myriam B. Moneo

Myriam B. Moneo

La isla despuntaba este jueves en la portada del Bild. «Mallorca ya no nos quiere. Ahora toca comportarse». En el interior del tabloide alemán, un reportaje en el que a raíz de los últimos acontecimientos de turismo de borrachera en Playa de Palma se recogen testimonios entre empresarios y residentes sobre hasta dónde ha llegado ya el hartazgo con los excesos y con la masificación y las protestas que están floreciendo este verano. «Los excesos empeoran». 

El reportaje publicado este jueves en el 'Bild' sobre cómo empeora el turismo de borrachero en Playa de Palma.

El reportaje publicado este jueves en el 'Bild' sobre cómo empeora el turismo de borrachero en Playa de Palma. / DM

«La temporada apenas lleva unas semanas, pero ya hay indicios de que en Ballermann las cosas están peor que nunca». Este el punto de partida del reportaje sobre Playa de Palma que también da cuenta de que «los activistas ocupan playas» y el alcalde de Palma «amenaza con normas aún más radicales». 

«Es un grupo muy pequeño en comparación con el número de veraneantes», explica Juanmi Ferrer, consejero delegado de Palma Beach, en el artículo. Los propios periodistas encuadran el fenómeno de cada verano con el turismo de borrachera protagonizado por visitantes alemanes como algo residual. «Todos sabemos que Mallorca también tiene rincones bonitos». La mayoría de los 4,6 millones de alemanes que cada año vienen a la isla se alojan en hoteles familiares de Alcúdia o Cala Ratjada, por ejemplo, explican.

A continuación, dan cuenta de la basura acumulada tras las noches de fiesta, que la policía tuvo que expulsar con disparos de advertencia a un grupo de hinchas de fútbol atrincherados en un bar, el caso del borracho que robó una excavadora y la estrelló o el del que fue grabado el pasado viernes orinando desde la terraza de su hotel. También recuerdan que ya hay dos casos mortales de balconing. 

"Muchos restauradores se han enriquecido con el dinero de los fiesteros alemanes. El padre de Juan Ferrer, por ejemplo..."

Una restauradora alemana dice que el covid ha fomentado «la cultura del consumo de alcohol de los supermercados» y los turistas que llegan son más jóvenes y descontrolados. Juanmi Ferrer defiende que ya no se pueden tolerar los excesos y llama a solidarizarse con los residentes. Mallorca «quiere menos turistas que traigan más dinero», continúan los periodistas. «¿Es eso ingrato?», interpelan. «Muchos restauradores se han enriquecido con el dinero de los fiesteros alemanes. El padre de Juan Ferrer, por ejemplo, llevó cerveza de barril alemana a Ballermann cuando abrió el Köpi-Stube...». 

«A Jaime Martínez le gustaría limitarlo todo», se asegura. «Existe la simpatía de los ciudadanos que ahora salen a las calles». Se repasa la manifestación de mayo con 10.000 personas o la ocupación del Caló des Moro. 

Ante el empeoramiento de la calidad de vida de los residentes «se trasladan a caravanas», ya hay «4.000», dicen. 

Para finalizar, el cantante Ikke Hipgold apela a que el desmadre «solo es un kilómetro de playa» y pide que se deje seguir la fiesta.