Política

El Consell de Cladera disparó el gasto en consumo de cruasanes

La institución aumentó el gasto en alimentos para que se consumieran en los plenos

En los plenos el Consell suele preparar alimentos para ser consumidos por los políticos.

En los plenos el Consell suele preparar alimentos para ser consumidos por los políticos. / Consell de Mallorca

Durante años el Consell de Mallorcaha seguido la costumbre de encargar alimentos para ser consumidos durante la celebración de los plenos, además de otros actos públicos. Como las sesiones suelen ser muy largas y agotadoras, la institución proporciona un tentempié para que puedan degustarlos los diputados insulares, periodistas o público en general.

Sin embargo, según se reflejan en una serie de facturas que están siendo analizadas, la época en la que la institución estuvo gobernada por Catalina Cladera las facturas por los encargos de estos productos se disparó, con respecto a su antecesor, Miquel Enseñat. Aumentaron los importes de las facturas, hasta el extremo de que ya en el primer año de gobierno socialista, el Consell de Mallorca llegó a abonar más de 6.000 euros en alimentos adquiridos por la institución y que, además de los plenos, también se ofrecían a determinadas visitas.

Así, durante la época de Enseñat el Consell solía adquirir queso, sobrasada, pan y galletas. Alguna vez también se consumió café y la factura más alta que se pagó ascendió a 86 euros, que fue en el último pleno que presidió Enseñat, en el que también se adquirieron bebidas y cruasanes pequeños.

Sin embargo, a partir del cambio de gobierno estos gastos en alimentos que se encargaban a un comercio se dispararon. De una media de unos 50 euros por encargó, se pasó a pagar facturas de más de 300 euros. Y en una ocasión incluso se llegó a realizar un pedido que sumó la cifra de 821 euros.

Durante la anterior legislatura, además de los típicos alimentos autóctonos, la carta de tentempiés se amplió, sobre todo en el número de cruasán que se consumían y que se abonaban con fondos públicos. Lo normal era que cada vez que se realizaba un encargo, se solicitara una media de unas 30 unidades del típico dulce francés, pero en más de una ocasión se llegaron a encargar el doble de cruasanes. Se adquirían dulces de diferentes sabores, aunque todos ellos con el mismo formato mini. Estos dulces encargados no se consumieron en los plenos, sino en otros actos del Consell.

Las facturas dejan claro que en la anterior legislatura la lista de productos que el Consell adquiría, sobre todo para consumirlos en el pleno, amplió. Se añadieron tanto productos comestibles, como bebidas, sobre todo café, zumo y algún que otro refresco. También a la lista de encargo se añadió la fruta, normalmente de temporada, y cápsulas de café de una determinada marca, que no eran precisamente económicas. Cada caja de café en cápsulas costaba 83 euros y habitualmente se solicitaban dos y de diferentes sabores. Cada caja contenía 20 paquetes y parece ser que era el producto que más se consumía ya que en casi todas las compras se solía hacer un doble encargo. La tienda de comestibles que suministra todos estos productos de alimentación es un pequeño comercio que está situado en la calle San Alonso de Palma. Los cruasanes no se fabricaban en este comercio, por lo que cada demanda la tenía que encargar a otro distribuidor. El precio por cada unidad es de casi dos euros.

Según se refleja en las facturas que fueron presentadas por la tienda de comestibles y abonadas por el Consell, ya en el mes de diciembre del año 2019, cuando Cladera llevaba poco tiempo en la presidencia, de pronto se dispararon los gastos de encargos de alimentos. Es un mes en el que la institución suele tener, además de plenos, muchas recepciones, lo que justificaría que en este periodo la factura de los encargos sumara algo más de 1.600 euros. Pero el periodo en el que este gasto se dispara se sitúa entre los meses de mayo de 2020 (cuando termina el encierro obligatorio de la población por la crisis sanitaria) y diciembre del mismo año. El gasto que tuvo que asumir la institución fue de 4.668 euros. En las facturas queda reflejado que la lista de alimentos a consumir mejora bastante, de tal manera que a los típicos productos mallorquines que se encargaban, ahora también se añaden las bebidas, los cafés en cápsulas, paté, cremadillos, fruta e infusiones, entre otros.

En un periodo de algo más de tres años y medio, el Consell llegó a pagar casi 8.500 euros en estos productos de alimentos varios para consumo interno.

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