Expulsan al vecino de Son Gotleu que fue acusado de ser un yihadista

Mohamed Harrak, que no podrá volver a España en diez años, demostró que era un colaborador de los servicios de inteligencia

Diez años sin poder regresar a España

Diez años sin poder regresar a España / B.Ramon

Mohamed Harrak, el joven marroquí que en el año 2016 fue detenido en el domicilio de sus padres, en el barrio de Son Gotleu, después de una espectacular actuación policial, al vincularle con el movimiento yihadista, ha sido expulsado de España y tendrá que regresar a su país. Esta decisión fue acordada por el Ministerio de Interior, que determinó que Harrak no podrá volver a España durante los próximos diez años. Esta expulsión ha sido confirmada por la Audiencia Nacional.

Harrak llegó a España con sus padres cuando apenas tenía nueve años de edad. En la actualidad tiene más de 30. Residía en una vivienda de Son Gotleu y trabajaba en un hotel de cocinero.

En el mes de abril del año 2016 fue detenido en una de las operaciones policiales más espectaculares que se recuerdan en Son Gotleu, ya que teóricamente se trataba de arrestar a un peligroso yihadista, que se estaría dedicando a reclutar a islamistas en España dispuestos a sumarse a la guerra en Siria. Después se demostró que todo era falso. El joven marroquí estaba en contacto con un agente del CNI, con el que se comprometió a introducirse en células de futuros terroristas dispuestos a viajar a Siria.

Aunque la Policía nunca creyó su versión, lo cierto es que Harrak sí se creía un espía que colaboraba con el CNI. En el juicio pudo demostrar su relación con un agente de la Agencia Nacional de Inteligencia, que era su contacto, al que le proporcionaba toda la información que había recabado. El joven marroquí utilizaba varios perfiles de internet para introducirse en estos grupos.

Aunque Harrak fue absuelto de un delito de pertenencia a banda criminal, sí fue condenado por tráfico de drogas, ya que en su detención se le intervinieron doce gramos de cocaína. Pasó un año y medio en prisión, siendo calificado de preso muy peligroso.

La Audiencia Nacional considera que existen motivos que justifican su expulsión y el tribunal vuelve a dudar de que, en realidad, sí se dedicaba a reclutar a futuros yihadistas. La sentencia cita la conversión que Harrak mantuvo con otros presos islamistas, a los que dijo que «había sido mala suerte» que lo detuvieran, ya que «lo tenía todo preparado para cometer un atentado en España». Además, comentó a sus compañeros su interés para formar parte de los grupos del Daesh.n