La demanda de casas de Mallorca por extranjeros se frena a las puertas del verano
La patronal balear de inmobiliarias de alto nivel admite que los precios de la isla han crecido a un ritmo durante los últimos tres años que hace que «hasta los más ricos se lo piensen dos veces»
Las buenas perspectivas que se abrieron durante los tres primeros meses del año respecto a la compra de viviendas de Mallorca por parte de extranjeros de alto nivel adquisitivo se han visto notablemente rebajadas durante el segundo trimestre, con un frenazo en la demanda, según señala el presidente de la Asociación Balear Inmobiliaria Nacional e Internacional (ABINI), Hans Lenz.
Como posibles causas de este «enfriamiento», se señala la mala situación de la economía alemana, como principal mercado en este tipo de operaciones, y el hecho de que la fuerte subida de los precios de las residencias que se ha registrado en la isla durante los últimos tres años, una vez superada la pandemia, está haciendo que «hasta los más ricos se lo piensen dos veces» a la hora de realizar una de estas adquisiciones.
Cambio de tendencia
Hans Lenz admite que el año se inició con unas buenas perspectivas al registrar este segmento inmobiliario un apreciable crecimiento de las consultas de posibles clientes durante los primeros meses, sobre todo del ámbito centroeuropeo, que se cifra próximo al 20%. Se reconoce que eso no supone un nivel de adquisiciones similar, ya que se trata de un proceso que requiere tiempo. Pero con la llegada del segundo trimestre, el «enfriamiento» ha sido muy notable, con la desaparición de todo ese impulso.
El presidente de ABINI recuerda que la economía alemana cerro el pasado año con tasas negativas, a lo que se suma la crisis de su sector inmobiliario, lo que hace que la incertidumbre sea muy elevada, desincentivando la adquisición de residencias en las islas.
Enfriamiento generalizado
Este frenazo, añade, afecta a todos los segmentos sociales que seguían interesados en contar con una segunda residencia en Mallorca, al margen de su poder adquisitivo. El problema, según reconoce Hans Lenz, es que los precios de las residencias de Mallorca han crecido a un ritmo durante los tres últimos años que «hasta los más ricos se lo piensan dos veces» antes de realizar una de estas compras. En este aspecto, afirma que las clases medias extranjeras hace tiempo que quedaron excluidas de la posibilidad de adquirir un inmueble en la isla, lo que hace que en estos momentos la demanda esté concentrada en las más altas.
Hay inmuebles que se sitúan fuera del alcance incluso de los extranjeros de mayor poder económico. Según señala el presidente de ABINI, se están produciendo operaciones de compraventa de residencias cuyo precio se mueve entre los 20 y los 30 millones de euros, pero alcanzar los 40 millones o superarlos supone situarse en la «estratosfera». Pues bien, basta hacer un repaso en las webs inmobiliarias para encontrarse con residencias que superan ampliamente esos 30 millones de euros y algún caso en el que se alcanzan los 65 millones.
La importancia de este frenazo de la demanda extranjera es notable en el mercado inmobiliario balear, dado que esas adquisiciones suponen el 31,7% del total, la tasa más elevada de España, según los datos del Colegio de Registradores de la Propiedad de España.
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