Día del Orgullo LGTBI

El Govern y Vox escenifican una discrepancia pactada por la bandera

El PP presume de colgar el símbolo LGTBI en el Parlament y el Consell y los ultraconservadores teatralizan su indignación recurriendo a los tribunales

La fachada del Parlament con la bandera LGTBI colgada.

La fachada del Parlament con la bandera LGTBI colgada. / B. RAMON

El Govern de Marga Prohens y Vox escenificaron ayer una discrepancia pactada por la bandera LGTBI con motivo del Día del Orgullo. Siguiendo con el guion esperado, los populares presumieron de colgar el símbolo en la fachada del Parlament y el Consell ante la indignación teatralizada de sus socios, recurriendo a los tribunales para retirarlo de inmediato. Sin embargo, los ultraconservadores en ningún momento hablaron de romper el pacto más allá de denunciar «una deslealtad» por parte del PP.

Así, la mañana arrancó con el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, claudicando de sus exigencias y colocando en la fachada de la Cámara Autonómica la bandera. A pesar de que el ultraconservador consideraba este distintivo como «un elemento divisivo que representa a un lobby», acusando al PP de Marga Prohens de «traición en toda regla», finalmente accedió a colgarla ante el acuerdo al que había llegado la mayoría de la Mesa del Parlament, incluido el Partido Popular.

No obstante, inmediatamente después, el dirigente de Vox, junto con los servicios jurídicos de la formación ultraderechista, presentó un recurso ante los tribunales solicitando que se ordenara la retirada del estandarte como medida cautelarísima.

En el escrito ante el Juzgado, Le Senne —que aparece como promotor de la demanda como diputado de Vox— recalca que la bandera arcoíris «no corresponde con las banderas institucionales que prevé la legislación». En este sentido, el escrito de Le Senne al juez expone que su grupo parlamentario presentó una petición de reconsideración a ese acuerdo argumentando que «no es compatible con la normativa que rige la colocación de banderas en edificios públicos» y que por tanto el acuerdo no debía ejecutarse.

«Respeto» en el Ejecutivo

Una acción que no gustó al Govern, aunque también mostró su total «respeto» a la decisión que habían tomado los ultraderechistas. «Si estiman conveniente presentar un recurso en los tribunales lo respetamos, pero estaría bien que ellos también respetasen los acuerdos de la Mesa del Parlament. Vox tendría que respetar el ideario político del PP que es que hoy se cuelgue la bandera LGTBI con total libertad», detalló Costa.

Llorenç Galmés posa en la sede del Consell de Mallorca con la alfombra LGTBI. | CONSELL DE MALLORCA

Llorenç Galmés posa en la sede del Consell de Mallorca con la alfombra LGTBI. | CONSELL DE MALLORCA / a.martínez/e.p.

Asimismo, el también vicepresidente del Ejecutivo defendió que entre el Govern y sus socios las relaciones son «estables» y que en ningún caso el pacto firmado entre ambos esté en peligro, recalcando que el Partido Popular y Vox son dos formaciones que piensan de manera distinta. «Somos dos partidos que pensamos diferentes en muchos ámbitos. ¿Es esto un obstáculo que implique una ruptura? En absoluto. La única línea roja es el cumplimiento del pacto», argumentó Costa.

«Un desafío del PP»

Por su parte, la presidenta de Vox Balears, Patricia de las Heras, criticó la actuación del PP en todas las instituciones, especialmente en aquellas en las que los populares gobiernan con su apoyo. «Lamento profundamente la actitud del PP, saben cuál es nuestra postura y vemos su respuesta como un desafío», expresó la ultraconservadora. Más contundente fue el vicepresidente del Consell, Pedro Bestard, considerando una «provocación» del PP este gesto, y reprochándole su «cobardía» y «deslealtad». Bestard afeó al presidente, Llorenç Galmés, que haya «perdido la oportunidad» de traer al Consell la «neutralidad exigible en todas las instituciones» cediendo a «la presión ejercida por la izquierda y los complejos inherentes a su formación».