Condenado un profesor de Calvià que agredió a una alumna de siete años

Un profesor de educación primaria en un colegio público de Calvià ha sido condenado por la Audiencia de Palma, al ser declarado culpable de un delito leve de maltrato. Tendrá que pagar una multa diaria de doce euros, durante un periodo de dos meses, como consecuencia de la agresión que cometió sobre una alumna de solo siete años de edad.

Este episodio violento tuvo lugar el pasado mes de noviembre en una de las aulas de este centro público. Según declara probado la sentencia, el profesor, que imparte la asignatura de inglés, «aprovechándose de su superioridad», agarró a la alumna por la cabeza, al tiempo que la empujaba contra el pupitre. Por fortuna, la niña reaccionó a tiempo y se protegió colocando sus manos sobre la mesa del pupitre. Gracias a ello no golpeó la cabeza contra el mueble, por lo que no tuvo ningún tipo de lesión.

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A raíz de esta agresión, que se declara probada ya que fue presenciada por otros alumnos del mismo curso, el padre de la víctima acudió a la Guardia Civil para presentar una denuncia contra el docente. Al mismo tiempo, también denunció los hechos en el centro de enseñanza, que como medida de precaución se acordó la suspensión de empleo y sueldo del profesor. El docente no era un recién llegado a la enseñanza, sino que tenía una experiencia laboral de más de 20 años.

A raíz de dicha denuncia se celebró un juicio por delito leve. En la vista se intentó aclarar las circunstancias que justificaran la reacción del profesor. Sin embargo, la jueza concluyó, después de escuchar varios testimonios, que no había quedado claro el origen de esta disputa dentro del aula. Aún así, en la sentencia se afirmaba que el docente actuó «con plena conciencia y voluntad de lo que hacía y con ánimo de menoscabar la integridad física de la menor».

La sentencia que condenaba al profesor de inglés se justificaba, sobre todo, por la declaración de la niña, que pese a su corta edad, relató que el profesor la había agarrado por la cabeza y la empujó para que se golpeara contra el pupitre. También detalló la niña la reacción que tuvo al protegerse con las manos. La juez señalaba que la declaración de la niña era «creíble y persistente».

El profesor recurrió la sentencia ante la Audiencia. El tribunal ha analizado el caso y llega a la misma conclusión. Los jueces dan credibilidad a la niña, ya que se concluye que no muestra una intención espuria, de tal manera que la versión que contó en el juicio respondía a la realidad de los hechos que se cometieron. Por tanto, el acusado tendrá que pagar una multa de 720 euros.