El Gobierno retoma con dos años de retraso la construcción del nuevo Centro Oceanográfico de Baleares, que costará 14 millones

El Ministerio de Ciencia licita ahora la redacción del proyecto por 300.260 euros, cuando se preveía que el inmueble pudiera estar acabado en el Moll Vell en 2024

La Autoridad Portuaria de Baleares decidirá el destino de la sede histórica, diseñada en 1973 por Vicente Roig Forné, cuando los investigadores se marchen a la nuevo edificio

Miguel Vicens

Miguel Vicens

Con dos años de retraso desde que la ministra de Ciencia, Diana Morant, presentó el proyecto en Palma, en un acto celebrado el Consolat de Mar en el que también participó la entonces presidenta Francina Armengol, el Gobierno ha retomado el proyecto de la nueva sede del Centro Oceanográfico de Baleares, que se construirá en el Moll Vell, supondrá una inversión de 14 millones de euros y permitirá al centenar de trabajadores del centro volver a trabajar juntos en un mismo edificio, pues ya no caben en la sede histórica de la Estación Marítima y trabajan divididos entre ese edificio y otro del Parc Bit.

El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades ha licitado ahora la redacción del proyecto, cuando en un principio se preveía que el inmueble pudiera estar acabado durante el 2024 en su nueva ubicación, junto a la sede del SOCIB, cuyas obras empezaron a finales de marzo de 2023 y corren a cargo de la constructora OHLA, la antigua OHL.

El presupuesto que el Gobierno destina a la redacción del proyecto del nuevo Centro Oceanográfico de Baleares, ahora integrado en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), es de  300.260 euros, cantidad que incluye la redacción de proyecto básico y de ejecución, el estudio de seguridad y salud del inmueble, la dirección de la obra y la asistencia técnica (arquitecto). Finalizado el proceso, el Gobierno deberá adjudicar las obras.

Recreación virtual de la nueva sede del Servicio de Observación Costera (SOCIB) en el Moll Vell.

Recreación virtual de la nueva sede del Servicio de Observación Costera (SOCIB) en el Moll Vell. / DM

El Centro Oceanográfico de Baleares es uno de los centros costeros que el IEO- CSIC tiene distribuidos a lo largo del litoral peninsular e insular. Su principal objetivo es, desde su creación en 1906, investigar los ecosistemas marinos, su funcionamiento y biodiversidad, la ecología de las especies que los componen y sus relaciones con el medio ambiente y la explotación pesquera, desde un enfoque multidisciplinar e integral.

Actualmente lo compone un equipo humano de unas 100 personas, que trabaja para dar respuesta a los principales retos de la oceanografía de hoy: el cambio climático, la conservación de la biodiversidad, el uso y gestión sostenible de los ecosistemas marinos, la protección de hábitats de especial interés, la modelización y la predicción oceánica.

Las fotos del histórico edificio del Centro Oceanográfico de Baleares, que los investigadores abandonarán en 2024

Las fotos del histórico edificio del Centro Oceanográfico de Baleares. / Miguel Vicens

La sede histórica no quedará abandonada

La actual sede del Centro Oceanográfico, obra del arquitecto Vicente Roig Forné de 1973, cumplió medio siglo el año pasado, es uno de los edificios de la segunda mitad del siglo XX más importantes de Mallorca. Y fue concebido por su autor como un gran bloque cuadrangular de hormigón visto con cuatro fachadas idénticas, patio interior con fuente central y aspecto de cubo, en el que el agua actuaba como un elemento simbólico a partir de las diferentes fuentes que brotaban de la cornisa a la primera planta y rompían la uniformidad geométrica del edificio. 

No obstante, el casi medio siglo transcurrido desde su construcción ha deteriorado mucho el inmueble, sobre todo la fachada, que muestra signos de humedades y desconchados en todo su perímetro, así como también las fuentes exteriores, que llevan años sin uso y ya muestran en su superficie la corrosión de los forjados. A ello se suma la transformación de la zona, convertida hoy en un gran aparcamiento entre la Estación Marítima, el Paseo Marítimo y el Club de Mar , así como el abandono casi absoluto de la zona ajardinada más próxima al edificio.

 A estos problemas se añaden otros funcionales, como la falta de capacidad del inmueble para la actual plantilla del Centro Oceanográfico y las dificultades para emprender reformas interiores por ser un edificio catalogado, así como el desfase del inmueble con la actual normativa de accesibilidad y prevención de riesgos laborales, como ocurre a otros edificios de su época.

Para los investigadores el edificio se ha quedado pequeño y los laboratorios, obsoletos. Pero cuando se vayan a la nueva sede el inmueble, propiedad de la Autoridad Portuaria de Baleares, no quedará abandonado. De hecho la entidad portuaria ha recibido ofertas por él, pero tomará la decisión cuando los investigadores se trasladen definitivamente a la nueva sede.