Juzgan en Palma a tres familiares del sector de la restauración por fraude a la Seguridad Social

Los acusados negaron los cargos en rotundo, mientras que un antiguo administrador les culpó de haberle perjudicado económicamente

Los tres acusados, ayer durante el juicio celebrado en Vía Alemania.

Los tres acusados, ayer durante el juicio celebrado en Vía Alemania. / B. P.

B. Palau

B. Palau

Un hombre, su hijo y su yerno, vinculados al sector de la restauración, fueron juzgados ayer en Palma por un presunto delito de fraude a la Seguridad Social y otro de frustración de la ejecución tras la denuncia de un antiguo administrador de una de sus sociedades que les culpa de haberle perjudicado económicamente, ya que se le derivó a él la deuda con la Seguridad Social.

Los tres acusados negaron en rotundo los cargos y rechazaron tener deudas con el querellante. La fiscalía no acusa en este caso y tampoco está personada la Tesorería General de la Seguridad Social como perjudicada. Únicamente les acusa el antiguo administrador, que ejerce la acusación particular y solicita sendas penas de tres años de cárcel por cada delito y que le compensen con más de 150.000 euros, que es la cantidad adeudada a la Seguridad Social. Es decir, un particular les culpa de haber defraudado a la Seguridad Social. Por su parte, el abogado defensor reclama la libre absolución de todos ellos.

El empresario de la restauración acusado manifestó ayer en la vista oral que fue el querellante quien le propuso que le nombrara administrador de una sociedad. Una vez fue administrador, este hombre ingresó en prisión por una condena por apropiación indebida. “Él tenía más embargos por otros asuntos”, indicó. Luego, reconoció que le hizo un contrato en otra sociedad debido a su precaria situación económica.

De esta manera, obtuvo beneficios penitenciarios. “Le hice un contrato, pero nunca venía a trabajar. Luego, renunció a ser administrador y pasé yo a serlo”, detalló. Según su versión, con posterioridad contactó con la Seguridad Social y pactó ir pagando las cuotas que debe. “Tengo buena relación con la Seguridad Social”, agregó. “Este señor me dijo que no hacía falta pagar a la Seguridad Social. Le dimos 23.500 euros para que los ingresara en la cuenta de la Seguridad Social y no los ingresó”, apuntó el acusado. “Nos está haciendo chantaje. Yo le dije que no le daba más dinero”, concluyó.

Sus otros dos familiares se desvincularon de los hechos y rechazaron tener deudas con la Seguridad Social y con el antiguo administrador.

El administrador

Mientras, el querellante dijo que fue el empresario el que le propuso ser administrador de la sociedad que iba a explotar un restaurante. Según su versión, su función iba a ser de contable y destacó que él se preocupaba de que se pagaran las cuotas a la Seguridad Social. “Mientras estuve en prisión, no pagaron las cuotas que se adeudaban a la Seguridad Social”, se quejó. Según subrayó, “153.000 euros es lo que tengo pendiente con la Seguridad Social por culpa de ellos”. El hombre criticó la gestión desarrollada: “Se hizo una pésima gestión de la sociedad en beneficio propio. Todo el beneficio, a la saca”.

El testigo abundó: “La Tesorería General de la Seguridad Social me ha derivado la deuda de la Seguridad Social. Me han embargado la vivienda como consecuencia de esta deuda. El único perjudicado soy yo y mi familia. No había voluntad de pago”. El hombre reconoció que le pagaron 23.500 euros pero dijo que ese dinero era para su familia, no para la Seguridad Social. También admitió haber sido condenado en dos ocasiones.

Por una de estas sentencias, debía medio millón de euros. Finalmente, aseguró que necesitaba tener un contrato laboral para obtener beneficios penitenciarios al salir de prisión. El caso quedó visto para sentencia en la sede de Vía Alemania, en Palma.

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