La araña violinista, un habitante oculto con veneno potencialmente peligroso

Las mordeduras de araña suelen ser eventos accidentales y rara vez peligrosos, pero en los últimos años, los casos de mordeduras atribuidas a la araña violinista o araña de los rincones, han aumentado en España. Esta especie, cuyo veneno puede causar lesiones severas en la piel y una condición médica conocida como loxoscelismo, ha captado la atención de los investigadores.

Características de la araña violinista

La Loxosceles rufescens es una araña pequeña, de entre 7 y 9 mm de longitud corporal, con patas largas y un distintivo dibujo en forma de violín en su prosoma. A diferencia de la mayoría de las arañas, que tienen ocho ojos, esta especie posee sólo seis, una característica que la hace fácilmente identificable bajo una lupa.

Originaria del norte de África, esta araña se ha dispersado ampliamente, encontrándose en Norteamérica, el sudeste asiático y el área mediterránea. Su capacidad para sobrevivir largos períodos sin alimento ni agua le permite adaptarse a diversos entornos, ocultándose en pequeñas grietas dentro de edificios.

El veneno y sus efectos

El veneno de la Loxosceles rufescens contiene una sustancia llamada esfingomielinasa D, que es dermonecrótica y puede causar daños significativos en los tejidos. La mordedura suele pasar inadvertida al principio, siendo percibida como un leve pinchazo. Sin embargo, horas después, el veneno puede desencadenar dolor intenso, fiebre y otros síntomas sistémicos. En casos graves, puede llevar a la necrosis de la piel y requerir atención médica urgente.

Un reciente estudio llevado a cabo por el grupo de Zoología Aplicada y de la Conservación (ZAP) de la Universidad de las Illes Balears (UIB) ha documentado cuatro casos de mordeduras en las regiones de Mallorca, Girona y Bizkaia entre 2022 y 2023. En uno de los casos más destacados, y el único en Mallorca, una joven fue mordida en el cuello por una de estas arañas, lo que le provocó fiebre, dolor y mareos, aunque se recuperó completamente en dos semanas sin secuelas.

Prevención y control

Los investigadores subrayan la importancia de que la población esté informada y pueda identificar a la Loxosceles rufescens para prevenir mordeduras. Recomiendan mantener limpios y ordenados los posibles refugios de estas arañas, como altillos, garajes y sótanos, y sugieren incluir esta especie en los programas de vigilancia y control de plagas urbanas.

El estudio, publicado en la Revista de Salud Ambiental, destaca la colaboración entre el ZAP-UIB, el CSIC, el CIBER de Epidemiología y Salud Pública, y otras instituciones, en un esfuerzo conjunto para entender mejor y mitigar los riesgos asociados a esta araña.