A España no la va a conocer ni la madre que la parió

El expresidente del Gobierno, Felipe González (i), y el exvicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra (d).

El expresidente del Gobierno, Felipe González (i), y el exvicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra (d). / Jesús Hellín / Europa Press

Lluís Ramis de Ayreflor

Lluís Ramis de Ayreflor

Para terminar el año y a modo de reflexión de la situación que vive nuestro país, creo que esta cita resume perfectamente la situación actual.

La famosa frase de Alfonso Guerra antes de las elecciones de 1986, y por lo tanto respaldado por los resultados de los 202 diputados conseguidos en octubre de 1982, anunciaba, asimismo, las propuestas de cambio que harían si continuaban en el gobierno, con transparencia para que los votantes supieran lo que elegían. Y volvió a conseguir una amplia mayoría absoluta que validaba sus propuestas.

Se realizó una ley de divorcio, una de aborto, una reestructuración industrial especialmente en el sector público que costó huelgas y puestos de trabajo, para modernizar el país, priorizando el interés general al del sindicato socialista UGT y no cediendo a sus presiones. También se optó por mantenerse en la OTAN, se ingresó en la Unión Europea, se normalizaron relaciones diplomáticas con muchos países y se recuperó un liderazgo en la América latina, etc.

Entonces no hubo enfrentamientos de los españoles con las reformas de calado del tándem González-Guerra. L as razones pueden estar en estos puntos:

  • Todos los principales cambios de los dos primeros gobiernos de Felipe González eran propuestas electorales y las conocíamos todos los electores, y la única sobre la que se cambió de opinión se sometió a referéndum popular.
  • Estaban avaladas por victorias electorales mayoritarias del PSOE.
  • Había un proyecto político de un partido, que actuaba con sus criterios, y no en función de los dictados de otros partidos o grupos de presión o intereses.
  • Ningún cambio iba en beneficio de personajes políticos.

De hecho, el Partido Popular cuando llegó al Gobierno no modificó ninguna de estas leyes, y realizó también un cambio total en la política de defensa, pasando de un servicio militar obligatorio a un ejército profesional, tal como llevaba en su programa electoral y que en aquel momento el PSOE no admitía, pero tampoco lo modificó al volver al Gobierno.

Desde 2018, con Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, estamos en una segunda etapa en la que podemos repetir la frase de Alfonso Guerra «A España no la va a conocer ni la madre que la parió». Sin duda, el Estado español no será el mismo en 2027 si se cumple todo el plazo de la legislatura.

Ahora hay una división de los españoles que antes no hubo, las causas las expongo para reflexionar en siete puntos principales:

  • La mayoría de cambios llevados a cabo: leyes, indultos, política de pactos, amnistía, política exterior principalmente en las relaciones con Marruecos, … no figuraban en su programa electoral, e incluso se había anunciado lo contrario, etc.
  • Las tramitaciones de las reformas se han llevado a cabo por procedimientos de urgencia, o sistemas que evitaran los informes no vinculantes del Consejo de Estado o del poder judicial, evitando debates transparentes y reposados, lo que ha conllevado fracasos de leyes como la del ‘Sí es Sí’.
  • Es el Gobierno que más ha legislado por decreto ley, sin causa justificada de urgencia, tema que se debería resolver y definir qué condiciones se requieren para que se dé el concepto de urgencia.
  • Los cambios de políticas en muchos casos han sido imposiciones de otros partidos muy minoritarios y no iniciativas del propio PSOE, por lo que el respaldo popular a ellas es mínimo o muy difícil de medir.
  • El Gobierno, durante un largo periodo debido a la pandemia de la covid, limitó más las libertades individuales comparado con lo que hicieron otros países europeos, y además con una figura legislativa errónea como el estado de alarma, que fue declarada inconstitucional, y por ello han decaído todas las multas que impuso.
  • Ha disminuido la independencia de los tres poderes de una democracia (Ejecutivo, Legislativo y Judicial).
  • Hay reformas legislativas que no son de interés general, sino para beneficiar a unos pocos y en algunos casos, además, vinculados a la política.
  • Como vemos, son reformas realizadas en forma muy distinta a las anteriores.

Todo ello ha provocado que la confianza de los ciudadanos en los políticos sea uno de los principales problemas que detecta el C.I.S., y que se cree un clima de crispación entre los ciudadanos.

Eso sí, al acabar la legislatura se podrá repetir la frase de Alfonso Guerra «A España no la va a reconocer ni la madre que la parió». El problema está, en mi opinión, en que será con unas desigualdades mayores entre las comunidades, y un enfrentamiento que no beneficia al conjunto del país.