Los vencejos vuelan desde la Catedral de Palma

La conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural llevó a cabo ayer una significativa acción de conservación ambiental con la liberación de una veintena de vencejos (Apus apus) recuperados en el Consorcio para la Recuperación de la Fauna de Balears (COFIB). El evento se realizó en las terrazas de la Seu de Palma y contó con la presencia del conseller Joan Simonet; la directora general de Medio Natural y Gestión Forestal, Ana Torres, y el director de Medio Ambiente y Bienestar Animal del Ayuntamiento Sebastià Pujol. También asistió el gerente del COFIB, Miquel Puig.

A menudo, los vencejos son llamados «los reyes del aire» debido a su habilidad para pasar la mayor parte de su vida en vuelo, alimentándose y durmiendo en el aire. Estas aves migratorias, que se establecen en Balears durante primavera y verano, juegan un papel muy importante en el control de insectos voladores para mantener el equilibro de nuestros ecosistemas. Tras su estancia en las islas, migran el resto del año a África

Durante el acto, el conseller Simonet subrayó «el importante papel que juegan estas especies insectívoras en el mantenimiento de nuestros ecosistemas». Simonet agradeció la dedicación del personal del COFIB y la colaboración de la ciudadanía en la recuperación de estos vencejos.

La lenta muerte de los vencejos

Por su parte, la directora general de Medio Natural, Ana Torres, destacó el esfuerzo continuo en la desarrollo de esta especie. «En 2023 ingresaron en todo Balears un total de 782 ejemplares, de los cuales 240 se recuperaron y fueron liberados a su hábitat natural», informó Torres. Hasta la fecha de este año, 474 vencejos han sido atendidos, de los cuales 104 ya han regresado a la naturaleza.

La importancia del vencejo

Están catalogadas en Régimen de Protección Especial según el Real Decreto 139/2011 y forman parte del Convenio de Berna, que protege la vida silvestre en Europa. El personal técnico del COFIB se encarga de cuidar a las crías de vencejo que caen de sus nidos durante los meses de junio y julio al intentar huir del calor. Las crías aún no saben volar y por ello necesitan ayuda para conseguir el tamaño y peso necesarios para volar y así regresar al medio natural.

La ceremonia de liberación de ayer representa un paso importante en los esfuerzos de conservación y restauración de las especies en la isla destacando la colaboración efectiva entre las autoridades y los centros de rescate y la comunidad local para garantizar la preservación de la biodiversidad regional.